Visto en el blog de Mario Mactas (en al-Clarín) :
Es corriente que el billete con que se paga algo sea alzado y, una vez en alto, se mire al trasluz si hay señales de falsificación. Tan corriente, que nos parece un acto de lo más natural y lo encontramos no menos naturalmente razonable. Es decir, encontramos razonable la falsificación de moneda. No nos parece nada : ni mal ni bien. A la vez, si alguien advierte que le han colado un billete falso, juzga también natural esperar la oportunidad para metérselo a otro entre billetes legítimos, en defensa propia. ¿ Por qué no? La calle está dura.
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La asociación de la moneda falsa con la mujer es perversa y poco ingeniosa.
ReplyDeleteNo hay posibilidades de mal interpretar, ya que todas las monedas, por definición, son falsas.
No entendía a que venía eso... hasta que vi los comments en el blog de Mactas.
ReplyDeleteIba a comentar allá, pero para qué... prefiero hablar acá que es nuestra casa y estamos entre amigos.
La moneda es una convención, un simbolo de confianza entre tres partes, el que la emite, el que la usa para pagar algo, y el que la recibe a cambio de algo.
Antes, cuando un chancho se pagaba con una bolsa de maíz, era casi imposible falsificarlos (aunque hubo un caso famosos de choclos truchos). La confianza solo era necesaria entre las dos partes ("Yo te prometo que mi chancho es sanito, pero vos prometeme que tu maíz no es transgénico imperialista de Monsanto")
Despues se empezo a usar un standard, algo que todos reconocieran como valioso. Se usaba como moneda pimienta, cacao, púrpura de caracoles, ámbar gris, pescado seco... Finalmente esto se abandonó porque los cajeros automáticos eran una inmundicia. Pero todavía era muy difícil falsificar lo que se usaba como medio de intercambio. Y la confianza seguía siendo necesaria sólo entre las dos partes.
Luego llegaron los Gobiernos y las maquinitas de imprimir. Primero con respaldo de metales preciosos, pero luego esto se consideró superfluo. Esto a lo largo de la historia causó algunos problemas menores tales como billetes de mil trillones de marcos, pero no trajo otras consecuencias serias al mundo.
Pero el problema era que las dos partes de antes (comprador y vendedor), ahora necesitaban tenerle confianza al que imprimía la plata (generalmente el rey cuya cara estaba en la moneda). Y con el tiempo la gente se fue cansando de que la caguen con el valor del dinero, y empezaron a reclamar "que se vayan todos" y a quemar cubiertas.
No estoy muy de acuerdo con que TODAS las monedas por definición sean falsas. A menos que te estés refiriendo a la falsificación gubernamental al imprimir plata sin respaldo. Me gustaría que elaboraras un cacho mas esta idea si querés.
Por el lado de la comparación "mujer=falsa moneda"... es deplorable, pero viene del tango y mas atrás aún, y por lo tanto es sagrada para el argento.