Oct 11, 2007

Capitalismo de amigos vs. capitalismo de mercado

Enrique Szewach hace una muy interesante comparación entre el modelo que predomina en deportes como el rugby y el básquet y el del fútbol en Argentina. Muy relacionado con lo que vengo diciendo por acá:

Estos Pumas, como estos basquetbolistas, han sumado a su capacidad individual, su garra, su talento, su corazón, profesionalismo. Son superprofesionales de deportes dominados por el capitalismo de mercado. Juegan en clubes que son empresas. Se entrenan usando y aprovechando al máximo la tecnología, los softwares de análisis del juego del rival, la medicina del deporte, etc. Participan de entornos en donde se privilegia la relación con los consumidores, espectadores. Son parte del marketing, la publicidad, el espectáculo. Se manejan con los mismos recursos que sus rivales. Ya no dan las ventajas del amateurismo «progre». ¿Pero acaso el fútbol no reúne las mismas características, o aun más? Sí, respecto de los clubes europeos en donde juega la mayoría de los muchachos de la selección. No, en cuanto a lo que rodea a la Selección argentina. En nuestro fútbol predomina, para usar un símil muy claro hoy en la vida económica, el «capitalismo de amigos». O lo que es peor, el capitalismo de «mafiosos». Dirigentes socios de barras bravas. Periodistas socios de dirigentes. Jugadores que, desde chicos, pertenecen a representantes, a su vez, testaferros de otros que no pueden figurar. Políticos que «deciden» quienes juegan y quienes dirigen.

En ese contexto, la Selección no es la «frutilla del postre» de un mercado y un espectáculo. Es la vidriera para elevar cotizaciones, vender mejor, cobrar más comisiones; firmar contratos multimillonarios en donde los verdaderos protagonistas tienen la menor participación. Clubes que no son empresas, sino «asociaciones sin fines de lucro». Sin transparencia, sin contabilidad, sin auditorías, sin mercado de capitales detrás. Dirigentes que mueven millones, rodeados de marginalidad. Estadios destruidos, campos sin pasto. Policías que hacen negocio con las horas extras y barrabravas que hacen negocio con los policías. De ese entorno, escasamente profesional, en el sentido más puro de la palabra, sólo surgen campeones cuando allí sí, una generación dorada, o una casualidad genética, permite que los Maradona, y ojalá los Messi, nos den triunfos y campeonatos, pese a la falta de organización, de disciplina creativa, de innovación tecnológica, de la empresa privada al servicio del deporte.

2 comments:

  1. Luis, coincido con lo que dice Enrique Szewach y con lo que vos decís. Alguna vez tendremos que hacer un cambio en serio en el fútbol argentino y transformar a los clubes en sociedades comerciales. ¿O alguien realmente puede ver una réplica exacta del fenómeno de los barrabravas argentinos en una sociedad anónima deportiva, por ejemplo? Ojo, no estoy diciendo que con este cambio propuesto de la noche a la mañana se acaba la violencia en el fútbol, porque hinchas (aficionados) violentos hay en todas partes, pero creo que por lo menos no existiría ese "amiguismo" barrabravas (empleados del club en algunos casos)-dirigentes.

    Por otro lado, un club transformado en sociedad comercial podría ser una bocanada de aire fresco en lo que hace a sus finanzas. No nos olvidemos que en Argentina la gran mayoría de los clubes están quebrados o con sus finanzas más que en rojo. Además, recordemos que los socios de un club común y corriente no son dueños de las instalaciones, solo las utilizan; en cambio, eso es diferente en una sociedad anónima deportiva, por ejemplo.

    Y para terminar, me animaría a decir que el fútbol argentino progresaría para bien si se llevase a cabo el cambio que yo, Luis y Enrique Szewach proponemos.

    Creo que pensarás lo mismo que yo, Luis.

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  2. Yo estoy convencido de que es así. Basta ver el ejemplo de cómo funcionan los clubes en Inglaterra y España y de como se terminó con la violencia en estos mismos países.

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