Cuando uno observa estos y estos otros porcentajes, realmente dignos de las "elecciones" en Siria o Cuba, la mente se esfuerza y se hernia tratando de entender las causas.
Yo me pongo por un momento en el lugar de los K. Tengo una población sumida en la pobreza, que requiere mi asistencialismo para mantener pegada el alma al cuerpo. Estoy 100% seguro de que mientras yo envíe los bolsones de comida, me van a votar a mí. No tengo ningun incentivo para que esta gente pueda alzarse a si misma y salir de la miseria. Si lo hacen, y se independizan de mi asistencia, sus prioridades seguramente cambiarán. Ya no pensarán en la subsistencia sino en la educación, la seguridad, el futuro del país. Y si piensan esto, ya no tengo la certeza de que me vuelvan a votarme.
Entre este modelo, y el del dealer que te regala el primero para venderte los siguientes y mantenerte agarrado... cual es la diferencia ? Sigue siendo una cuestión de incentivos de mercado.
(resumen de una conversación sobre las elecciones con un chico de 13 años)
Muy didáctico.
ReplyDeleteValga como ejemplo, si me permitís, lo sucedido en las localidades de La Cocha y Juan B. Alberdi de la provincia de Tucumán, en las que hubo gente que no quizo ir a votar porque no había bolsones ni dinero de por medio.
Muchos de los que fueron se quedaban afuera de los colegios tratando de ver si alguien repartía algo, como no había nada volvían a sus casas sin votar. (Diario El Tribuno - Ed. Tucumán 29/10/07)
Al parecer el gobierno provincial gastó todo (bolsones y dinero) en su propia elección hace algo más de un mes (ganó con el 80 %), y gracias a haberse confiado o a la falta de recursos para comprar la voluntad popular, la oposición pudo meter un diputado nacional (García Hamilton U.N.A. Lavagna).
El populismo es a la democracia lo que la violación al sexo.
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