No hay caso, ya es innegable, la situación en Irak está cada vez peor.
El número de bajas civiles y militares en ese país es el más bajo desde el comienzo de la invasión y la Orquesta Sinfónica Nacional organiza conciertos sociales.
Todo el mundo sabe que una sociedad en desintegración, que lucha por su supervivencia, no puede darse el lujo de dedicarse a cuestiones superfluas como el arte.
dancing en el titanic
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