Juan Carlos de Pablo sobre la economía después del 10 de diciembre. Qué increible, estamos a punto de votar a un candidato que basa sus propuestas en la reedición de un pacto corporativista, circa 1973:
El contraste entre el Pacto de la Moncloa y el Pacto Social es nítido. Del Pacto Social sólo puede salir un acuerdo entre los firmantes, para que lo que haya que ajustar recaiga sobre los ausentes, no importa la frecuencia con la cual los anuncios se hagan en el nombre de que es lo que "le conviene al país", son "políticas de Estado", etc.
El Pacto de la Moncloa, planteado entre partidos políticos, no tiene más remedio que tener en cuenta todos los aspectos del problema. Porque la política, bien entendida, procesa de manera civilizada los inevitables conflictos que genera vivir en comunidad. Sólo en campaña electoral no hay conflicto entre Capital e Interior, campo e industria, asalariados y empleadores, jubilados y estudiantes, etc.; la realidad es conflicto, en el sentido de que una medida que acerca alguna variable a su valor deseado, con muchísima frecuencia automáticamente aleja a otra de su valor deseado.
Esto será particularmente así desde el 10 de diciembre próximo. Porque Néstor Kirchner pudo gobernar agotando stocks. Cuando llegó al gobierno, el 25 de mayo de 2003, había exceso de capacidad instalada en energía (ahora no) y en el sector manufacturero (ahora muchísimo menos), y lo mismo podríamos decir en otorgarle el beneficio de la duda en el plano internacional.
Suscribo. Un Pacto Social es evidencia, o the smoking gun, de que hay algo que está funcionando mal en la Economía del Cambio Devaluado con la energía, la infraestrucutra, y la capacidad instalada llegando a su techo.
ReplyDeleteEs reconocer que la economía sigue siendo ineficiente. Es como arrancar de nuevo un auto que estuvo parado pero que tiene mal la dirección, ergo tenés que ir corrigiendolo cada tanto o simular que anda bien torciendo la ruta.
En otras palabras, el Pacto Social me suena a un artilugio para "torcer la ruta" y que nadie se de cuenta que el auto de la economía anda torcido. Al menos por un par de años, claro.
Me temo que no tenemos un par de años. Creo que seis meses cuanto mucho.
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