Un reciente artículo de Pravda, el gran diario de la mediocridad argentina, nos revela en forma descarnada la idiotez pacata y pretenciosa argentina.
Parece ser que para Pablo Sirvén, columnista del diario más tibio de la Vía Láctea, Mauricio Macri no le presta la suficiente atención a la “cultura”.
Mauricio Macri está fantásticamente lejos de ser santo de mi devoción. De hecho, considero que es igual a los K y que sólo les gusta a los porteños porque no es un peronista grasa. Pero en este caso, goza de mi apoyo ante la ofensiva de la “gente sensible”de Buenos Aires que quiere mantener a salvo de los pobres su lugar de privilegio.
Pues el problema es, para Pablo Sirvén, que Macri afirmó haber leído una novela de Borges (¡Escándalo, Jorge Luis sólo escribió cuentos!) y que “continúa sin sincerarse consigo mismo públicamente y se engaña al afirmar que todavía "hay tiempo" para cubrir el único espacio libre de su gabinete: el Ministerio de Cultura.” ¡Horror!
Para pavor universal, pretende cerrar la señal de cable municipal Ciudad Abierta ¡sin siquiera considerar qué se hará con su personal y equipamiento! sólo por una cuestión de costos.
Y hasta ha nombrado ya al director del Teatro Colón (refugio de vagos y atorrantes de enorme sueldo), ¡Se lo deja ya impuesto al futuro ministro de cultura!
¡Habráse visto tamaño descaro!
Yo no soy porteño, soy rosarino.Pero senti lo mismo cuando lei el articulo de Sirven
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