Digamos que tengo una fábrica de tarros en Tegucigalpa y vendo 10 mil dólares al año. Los que preparan los índices PPP visitan mi fábrica (o llaman a alguien por teléfono) y llegan a la conslusión de que si estuviera instalada en Los Angeles, California, sus ventas serían de 100 mil dólares al año. Mis 10 entonces equivalen a 100 de Estados Unidos: esto es lo que hace el PPP, muy simplificado. Por supuesto si quiero comprar una máquina que cuesta 50 mil dólares o pedir un préstamo al banco no puedo argumentar que, en PPP, la máquina sólo cuesta la mitad de mis ventas anuales: el banco va a querer efectivo (cash) o un aval, porque mi fábrica de tarros sólo vale 10 mil dólares en el mundo real.
El ingreso real de Argentina es de aproximadamente 5 mil dólares por persona. El PPP lo catapulta al barrio de los 17 mil por persona. Igual que Luis entiendo la casi necesidad de aferrarse a algo que pinte bonito el panorama. Pero la insistencia en aliarse a la irrealidad es sumamente peligrosa, y es una tendencia en alza en Latinoamérica: Brasil recientemente cambió la metodología para calcular el tamaño de su economía y pasaron de unos respetables 800 mil millones de dólares a los absolutamente increíbles (y falsos) 1.3 billones (1.3 trillion). Chile cambió la metodología para medir la pobreza y pasó de tener un 22% de pobres a un 13%, y los pobres siguen tan pobres (y tantos) como antes. Así nos podemos felicitar, Brasil de su economía candidata al G-8, Chile de su éxito en la batalla contra la pobreza, y Argentina de que tiene el ingreso per cápita (PPP) más alto de Latinoamérica. Todos han sido cambios de metodología que no han hecho nada por acercarnos a la realidad y que, perniciosamente, dejan a muchos confiados en lo bien que van las cosas.
Muy bueno el posto al que te enlazas.
ReplyDeleteLa verdad no comprendo, todos felices acá con un dólar a 3 mangos y los devaluadores compulsivos de la UIA que quieren un poquito más.
La gente no se da cuenta de que es más pobre, aunque en pesos parezca que son más ricos.
Este post de Jorge Avila habla bastante sobre el éxito del modelo... http://www.jorgeavilaopina.com/?p=93
Y ahora el nuevo ministro que lo pintan de "ténico" y "heterodoxo moderado" con la canasta de monedas....
Este país vivió gran parte de su tiempo devaluación tras devaluación...no aprendemos más.
Digamos que tengo una fábrica de tarros en Tegucigalpa y vendo 10 mil dólares al año. Los que preparan los índices PPP visitan mi fábrica (o llaman a alguien por teléfono) y llegan a la conslusión de que si estuviera instalada en Los Angeles, California, sus ventas serían de 100 mil dólares al año. Mis 10 entonces equivalen a 100 de Estados Unidos: esto es lo que hace el PPP, muy simplificado. Por supuesto si quiero comprar una máquina que cuesta 50 mil dólares o pedir un préstamo al banco no puedo argumentar que, en PPP, la máquina sólo cuesta la mitad de mis ventas anuales: el banco va a querer efectivo (cash) o un aval, porque mi fábrica de tarros sólo vale 10 mil dólares en el mundo real.
ReplyDeleteEl ingreso real de Argentina es de aproximadamente 5 mil dólares por persona. El PPP lo catapulta al barrio de los 17 mil por persona. Igual que Luis entiendo la casi necesidad de aferrarse a algo que pinte bonito el panorama. Pero la insistencia en aliarse a la irrealidad es sumamente peligrosa, y es una tendencia en alza en Latinoamérica: Brasil recientemente cambió la metodología para calcular el tamaño de su economía y pasaron de unos respetables 800 mil millones de dólares a los absolutamente increíbles (y falsos) 1.3 billones (1.3 trillion). Chile cambió la metodología para medir la pobreza y pasó de tener un 22% de pobres a un 13%, y los pobres siguen tan pobres (y tantos) como antes. Así nos podemos felicitar, Brasil de su economía candidata al G-8, Chile de su éxito en la batalla contra la pobreza, y Argentina de que tiene el ingreso per cápita (PPP) más alto de Latinoamérica. Todos han sido cambios de metodología que no han hecho nada por acercarnos a la realidad y que, perniciosamente, dejan a muchos confiados en lo bien que van las cosas.
Sergio
Liberticracia, hace unos meses le dejé este comentario a Ávila sobre el tema.
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