Nov 10, 2007

Irak

Mario Vargas Llosa se pregunta si se puede hablar de victoria en Irak.

En ese sentido, el silencio de los demócratas sobre el tema es muy revelador.

Me pregunto si dentro de no mucho tiempo estaremos diciendo que al final Bush tenía razón.

¿Alguien se atrevería a afirmar hoy, contra la impresión generalizada, que la intervención militar en Irak en vez de un fracaso catastrófico va cumpliendo con sus objetivos y ha alcanzado ya un punto de no retorno?

Bartle Bull, experto inglés en Medio Oriente, en el último número de Prospect, la prestigiosa revista londinense que dirige David Goodhart, publica un ensayo defendiendo esta tesis, titulado: Misión cumplida. Sus argumentos son polémicos pero nada propagandísticos ni demagógicos.

Bull pone de lado la cuestión de si fue errónea o acertada la decisión de intervenir en Irak –algo que decidirán en el futuro los historiadores– y se limita a hacer un cotejo entre la situación actual del país y la que reinaba allá hace cuatro años y medio, cuando Estados Unidos, Inglaterra y un grupo de países aliados decidieron acabar con la dictadura de Saddam Hussein. Sostiene que, en la actualidad, las fuerzas de la coalición se hallan en Irak con la anuencia de un gobierno democráticamente elegido y con un mandato que la ONU ha venido renovando cada año desde mayo de 2003, la última vez en agosto pasado.

A su juicio, las metas estratégicas de la intervención se han alcanzado. Irak no se ha desintegrado y su unidad territorial y política parece ahora más firme que antaño, pues el descentralizado sistema en marcha cuenta incluso con el apoyo de los kurdos, cuya vocación independentista ha mermado de manera radical. En vez de una dictadura, el país es una democracia en la que, en todas las elecciones celebradas, la participación popular ha sido enorme, por encima de la que caracteriza a las sociedades abiertas de Occidente, de modo que su gobierno tiene una indiscutible legitimidad jurídica y política. Y se ha dado una Constitución que garantiza una independencia institucional y libertades públicas que ni Irak, ni ninguno de sus vecinos, ha conocido en su historia.

No ha estallado la guerra civil e Irán no ha ocupado Irak ni tutela su vida política. El país ha dejado de ser un peligro para la paz mundial y, aunque muy lentamente, va convirtiéndose en la primera sociedad árabe con elecciones libres, libertad de prensa, partidos políticos diversos y derechos civiles reconocidos.

3 comments:

  1. Es que los salames Demócratas que decían que había (o hay) que declarar la derrota en Irak no explicaban quién había ganado.

    Vamos a ver los libros y artículos que van a sacar los idiotas de siempre. A ver con qué salen ahora.

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  2. EEUU ganó la guerra en Irak. A otra cosa ahora.

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  3. El impacto de esta victoria va a ser enorme. Es difícil preverlo ahora, pero las consecuencias se van a sentir por décadas.

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