Marianito Grondona en su columna de hoy se pregunta hasta dónde llegará el poder del kirchnerismo. El destacadísimo analista argento teme que se haya instalado entre nosotros una dinastía y que los Kirchner se sucedan uno al otro indefinidamente.
Sinceramente me sorprende. Pareciera que nos negamos a tomar en cuenta las serias limitaciones que impone la realidad a este tipo de proyectos populistas y que ya nos hemos olvidado de cómo terminan.
Se los vuelvo a repetir, tomen nota. El poder del kirchnerismo llega hasta donde llega la caja. Esta gente puede ilusionarse con seguir manejando al país como si se tratara de una gigantesca provincia bananera como Santa Cruz mientras haya plata para repartir y comprar voluntades y conciencias.
En el momento en que Néstor y Cristina se vean forzados a dejar el agradable rol de Papá y Mamá Noel el día de Navidad y nos caiga encima la dura realidad, se terminó la dinastía. Ni más ni menos que lo que les espera al gran orangután sarnoso caribeño de Chávez, el monito tití boliviano Morales y el papagayo desplumado de Correa en Ecuador.
Porque, que no les quede ninguna duda, ese momento va a llegar. La plata se termina y el stock de capital se consume.
Y, como de costumbre, el gran problema, lo verdaderamente dramático es lo que viene después. El final de fiesta lo van a pagar millones de argentinos, venezolanos, bolivianos y ecuatorianos con miseria y sufrimiento por muchos años. Muchos más de los que duró la fantasía neopopulista.
Una lógica que alivia, la de este post. Por más que quieran darle al Gobierno el aire de un discurso político válido y una doctrina social convincente, bla bla bla, si no recaudan y gastan cada vez más para tratar de ganarle a la inflación con el despilfarro, no tienen manera de mantenerse.
ReplyDeleteSe nos viene la noche...
Ah, yéndome de tema, ¿no podrían preparar una antología de frases zombies por entregas?