Nov 9, 2007

La respuesta de Sergio a El Enmascarado. Me quedo con esto:

Que el único país de Latinoamérica con 5 Premios Nobel le lustre los zapatos a Venezuela es como mucho.

Sergio tuvo la gentileza de opinar sobre las elecciones argentinas accediendo a un pedido mío:

OK, el comentario del enmascarado respecto a Chile merece una respuesta.

No sé a qué escuela fuiste en Chile, enmascarado, pero en las escuelas a las que yo fui no se decía nada de Argentina ni la Patagonia. Y en la escuela yo aprendí que los chilenos le ofrecieron el cargo de Director Supremo a San Martín y éste declinó y propuso a O'Higgins, su amigo. Pero San Martín sí fusiló a los Carrera. Los chilenos no saben quién es Barros Arana (ni menos el perito Moreno) y el tratado Fierro-Sarratea se estudia en la universidad, en la carrera especializada de historia.

Guerra del Pacífico: yo me enteré de que estuvo a punto de ser una guerra de tres contra uno porque leí libros especializados que había en mi casa. Y si te molesta tanto lo que Chile hizo durante la guerra de las Falklands, te saco la venda de los ojos con respecto a la buena voluntad argentina durante la Guerra del Pacífico: si Argentina no intervino en contra de Chile fue porque Balmaceda también habló con el gobierno de Brasil; además, Argentina consiguió todo lo que quería sin disparar ni un tiro. La guerra comenzó en Febrero de 1879, y poco después el general Roca emprendía su campaña del desierto. Chile y Argentina habían disputado Patagonia, pero Chile prefirió replegarse porque estaba ocupado de Perú y Bolivia y las riquezas del desierto de Atacama; Patagonia, a juicio del influyente Barros Arana, era un desierto frío y pobre. Ergo, Chile no fue a la guerra con su otro vecino si se podía hacer rico a costa de los otros dos. No comparto el pensamiento nacional de la época, pero lo hecho hecho está.

Tiempos actuales. No fue sólo Pinochet, enmascarado, el que apoyó a Gran Bretaña; fue el país entero. Fui yo con mis catorce años de edad recordando cuando mi papá fue encuartelado en 1978 esperando a los vecinos; fueron mis compañeros de escuela; fueron mis vecinos. Fuimos todos. La única excepción que conocí fue mi profesor marxista de filosofía que prefería apoyar a los militares argentinos que torturaban y mataban a otros argentinos con tal de echarle barro a los "imperialistas."

No te engañes creyendo que Galtieri y sus compadres, de haber triunfado en la Falklands, habrían dejado a Chile tranquilo. He hablado con demasiados de tus compatriotas como para tener ilusiones de eso, enmascarado. Perdieron la guerra y parece que uno está hablando con los que ganaron. ¡Si hasta hundieron al portaaviones Invincible! Que el Invincible haya salido ileso del conflicto no significa nada en el terreno irreal del que hablamos. Con sueños de grandeza alimentados por el triunfo ante Gran Bretaña, los militares argentinos habrían "necesitado" un nuevo enemigo. Bolivia es muy pobre, Paraguay y Uruguay son muy chicos, y Brasil es muy grande. Adivina quién queda. Las necesidades chilenas de realpolitik pueden no gustarte, pero las engendró tu país con sus gobiernos patoteros y su prensa lacaya. La actitud de Kirchner, la mala educación, la falta de respeto para con todo el mundo, el creer que todo se soluciona con exceso de huevos, el creer que la vida es un partido de fútbol, no es de ahora, es de décadas.

Los argentinos tienen todo el derecho de detestar a los chilenos que crean ayudaron o apoyaron a Gran Bretaña durante su locura de las Falklands, y te recuerdo que fue todo el país, dictadura o no dictadura. Pero no me vas a decir que tu país ha sido "noble" con nosotros. Si en el '82 se tiraron con los británicos es porque pensaron que no contraatacarían, que sería como los portugueses en Goa.

Entiendo "My country right or wrong" enmascarado. No estás solo en eso. Y si te vas a guiar en tu opinión de un país por lo que se grita en los estadios, date una vuelta por el de Boca cuando juega un equipo chileno. O mira la tele de tu país donde tantos compatriotas tuyos encuentran que el uruguayo Peña que habla pestes de todos los chilenos es muy gracioso y talentoso.

Coincido que entre chilenos y argentinos hay muchas cagadas recíprocas. Tú me pareces de esos argentinos que sencillamente no pueden dejar las Falklands y el rol de Chile en el pasado y además se niegan a reconocer la responsabilidad argentina en alimentar esa actitud en Chile. Así como para varios peruanos nada que Chile haga o no haga va a servir, excepto derrotarlo en una guerra, tal vez eres de los que piensa que, eventualmente, Chile y Argentina van a tener que tomarse el pulso ahí donde es en serio, donde no es un partido de fútbol.

Si la internet es una muestra de lo que opinan los pueblos y hacia donde van eventualmente, mis contactos electrónicos me han acercado a Luis y otros argentinos que piensan de una manera excepcional porque son excepciones, no la norma. Hace diez años me habría reído de un deseo revanchista argentino hacia Chile. Hoy, la posibilidad de una pulseada no se me antoja extraordinaria en absoluto. Y cuando todo acabe Chile muy probablemente tendrá otro vecino más grande y más rico que él acusándolo de ser un "Caín" y un abusador. Tal vez la culpa es, al final, nuestra.

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Aprovecho de notar un punto que me importa. Escribí dos repuestas al enmascarado. Entró una, pero creo que la otra no y me da flojera repetirme, así que ahí va en pocas palabras:

Enmascarado, firma con tu nombre y dejo de hablar de las Falklands. Es broma, aunque no tanto. Ya no toco más lo de las Falklands, te doy mi palabra.

Es una pena que los países que produjeron a los amigos y socios San Martín y O'Higgins estén en sus relaciones como están hoy, aunque hubo épocas peores. Fumemos la pipa de la paz.

Aclaro de nuevo que escribo de Argentina porque me invita Luis, y ahora Cogito y Ramiro a hacerlo. Tal vez no has leído todo lo que he escrito en este blog, pero si lo haces vas a detectar que con respecto a tu país sí tengo rabia, pero rabia porque se farrearon una oportunidad bella de ser desarrollados y tal vez impulsarnos al resto de Sudamérica. Argentina pudo haber sido el Estados Unidos del sur para el Canadá que pudo ser Chile. Lo tuvo todo para surgir y lo dejó ir y ha pasado medio siglo quejándose y culpando a otros. Eso es lo que me molesta. Y que el único país de Latinoamérica con 5 Premios Nobel le lustre los zapatos a Venezuela es como mucho. Honestamente pienso que mientras menos mi país tenga que ver con pueblos que quieren ser subdesarrollados y pobres y culpar a otros de sus males, mejor. No es mala leche ni arrogancia, enmascarado, es sólo sentido común.

Sergio Flores

2 comments:

  1. Siempre me resultó incomprensible la rivalidad entre Argentina y Chile.

    Esa cosa absurda de la gente que nunca conoció un chileno y te dice que "los chilenos son traidores" y "se quieren quedar con nuestra Patagonia". Por supuesto, siempre está también el tema de la "gesta heroica" de las Falklands.

    Tengo entendido que en Chile ocurre algo parecido en cuanto a los argentinos.

    Personalmente, conozco pocos chilenos, pero aquellos con los que he tenido trato me han parecido personas muy educadas y honestas. Con seguridad, debe contar Chile con su proporción de personajes detestables. No he tenido el disgusto de conocerlos.

    Que la relación se vea bajo el prisma del nacionalismo expansionista decimonónico es una muestra de que no aprendemos nada.

    Por supuesto, los chilenos hacen muy bien al cuidarse de una Argentina irracional, resentida y prepotente. No hay ningún indicio de que estos caracteres vayan a cambiar.

    Por otra parte, insisto en que la propia decadencia argentina hace de nuestro país un tigre (gato montés) sin dientes, inofensivo (militarmente) para con sus vecinos.

    Especialmente para Chile, que con unos pocos batallones de ingenieros y unas piezas de artillería bien ubicadas, puede hacer imposible una invasión argentina.

    Es increíble que dos países con tanto en común y con tanto para ganar de una relación amistosa, mantengan tal estúpida rivalidad (más que nada, por culpa Argentina).

    Y para mayor tristeza, sigue Uruguay.

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  2. Luis si me permitís.

    He leído los post de Sergio y el Enmascarado y quisiera contribuir con mi pequeño grano de arena.

    Como Veterano de la Guerra de Malvinas y haber participado del Conflicto (casi guerra) del 1978 puedo dar mi opinión un poco más directa.

    Creo que ambos tienen razón en algunos de sus puntos de vista y ambos también, están equivocados.

    Pero, la historia ya fue escrita y ello no puede cambiarse, nos guste o no.

    No es mi intención hacer un raconto de la historia de los siglos pasados y la reciente. No tiene sentido.

    Simplemente puedo decir, que la actitud de Chile como país, en el conflicto de Malvinas, es algo que tardará muchos años en olvidarse.

    No voy a discutir el motivo, porque tal vez, si la situación hubiera sido a la inversa, Argentina hubiera apoyado al adversario de turno que tuviera Chile. Y entonces el pueblo chileno, adoptaría la misma posición que los argentinos tienen hoy. Es una hipótesis, pero ¿alguien puede asegurar que ello no hubiera sucedido?

    Pasarse facturas por el pasado, o contabilizar los goles a favor o en contra, los partidos ganados o perdidos no invalida que el último partido jugado fue Malvinas.

    Tengo muchos amigos chilenos. La relación personal que existe entre chilenos y argentinos en todo el país, sobre todo aquellos que viven cerca de la cordillera es excelente. No he visto ni escuchado que ningún argentino fuera agredido en Chile o viceversa.

    Sin embargo, cuando las masas se juntan, las agresiones comienzan.

    Cada uno defiende lo suyo y lo que cree que es mejor.

    Sin lugar a dudas, si Argentina hubiese aprovechado su dictadura militar, como lo hizo Chile, para organizar económicamente el país, tal vez hoy nuestra situación fuera diferente. Y si en lugar de Vulgarcito hubiésemos tenido un estadista como Lagos, por ejemplo, en la actual cuyuntura internacional, nuestro país sería bien diferente.

    Pero somos lo que somos y tenemos lo que tenemos.

    Solamente -para no molestar más- estoy convencido que la única forma que tenemos para crecer es estar juntos y mantenernos unidos. Porque en la unión, nace la fuerza.

    Un abrazo

    Pablo

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