Los lunes, mi vieja tenia franco. Entonces el primer lunes de cada mes caminabamos hasta la estacion Bartolome Mitre en Olivos, y nos tomabamos el tren hasta Retiro. Saliamos de la terminal y la primer parada obligatoria era el monumento a Alem, en la Plaza San Martin. Alli yo me trepaba a las piedras del monumento, y las recorria para un lado y para el otro, hasta que calculaba que mi vieja, que seguia caminado, estaria cerca de Florida. Ahi me mandaba el sprint cuesta arriba por el parque (aunque ella siempre me esperaba cerca de El Alvear, para que no la pierda entre la gente.
Florida era peatonal, aunque todavia tenia la vereda y los cordones. Caminabamos hacia Corrientes, a veces parando en Harrods, y otras en Fravega. Cruzabamos, y una cuadra mas alla, en Florida y Sarmiento estaba Gath y Chavez. Mi vieja pagaba la cuota del credito, a veces compraba algo, a veces me hacia cortar el pelo en la peluqueria del segundo piso, e invariablemente subiamos por Sarmiento, pegabamos la vuelta en Carlos Pellegrini, mirabamos la vidriera del Trust, y entrabamos a Las Cuartetas. A mi me encantaba ir bien al fondo. El menu era siempre el mismo: pizza de muzzarella, Coca Cola, y de postre sopa inglesa bien borracha con moscato.
Al salir, yo insistia en cruzar a la vereda de enfrente y enfilar para Lavalle. Al pasar por la puerta del ABC se me cruzaban los ojos con los carteles de las peliculas. Con suerte daban una de la Sarli. A veces haciamos una cuadra mas y volviamos por Reconquista, mirabamos la vidriera de atras de Harrods, y en el 957 subiamos al tercer piso a saludar a mis tios Tita y Yuanni. Cuando llegaba la hora de la leche yo seguia morfando hasta reventar y, como mi tio tenia una verduleria-almacen, siempre habia Coca Cola a mano en la casa.
Antes de que oscurezca enfilabamos para Retiro. Al pasar por la 25 de Mayo, yo pispeaba dentro de esos piringundines dudosos, con las vitrinas cubiertas con dibujos de copas y caras de alegria. A veces se veia alguna copera en la puerta, para atraer clientes. Llegando a lo que hoy es el Sheraton, en el bajo, con su fila de garitas, estaban todavia algunos juegos del antiguo Parque Japones, que se ponian en funcionameinto los fines de semana. Esos eran los primeros lunes de cada mes, mas de 40 años atras. Yo usaba pantalones cortos, zapatos de Gomycuer comprados en los saldos que tenia la fabrica en el Once, a una cuadra de la plaza, y mi primer reloj, un Fero a cuerda comprado en la Joyeria-Relojeria Nuñez en Munro, en la sucursal nueva a la vuelta de la estacion. Si, es la mejor pizza del mundo.
La pizza porteña es LO MAS!
ReplyDeleteEs lo primero que como cuando llego a la Argentina. Y a la mañana siguiente, un cafe con leche con un tostado mixto.