Mensaje a Manu

Puse un par de posts sobre la curiosa modalidad que eligió Radiohead para distribuir su último trabajo, recuerdan? El disco está en un website y cualquier persona puede bajarlo. El precio is up to you. Hace unos meses, Prince hizo algo similar, regaló su último disco a todo el que compró un diario del domingo en Inglaterra. Esto ocurre mientras la industria discográfica tiembla, porque se están dando cuenta que es virtualmente imposible combatir la piratería en el mundo actual.

Me fascina este tema, y me parece que estamos viviendo un momento histórico en el comercio del arte. Lo que hizo Radiohead es adelantado a su tiempo. Una patada al middleman -ese dinosaurio que estaba comodamente acostumbrado a los big bucks- apelando directamente a los fans. Por ahí viene el futuro.

Estoy en contra de la piratería. Me parece mal no pagar por música que a uno le gusta, sobre todo en estos tiempos que corren, en los que bajar una canción de calidad fenomenal es fácil, rápido y relativamente barato, gracias a servicios del tipo de itunes. Cuando pago un dólar por una canción, estoy comprando comida para el alma, y a la vez le estoy dando un incentivo a ese artista para que siga escribiendo calorías espirituales que seguramente voy a consumir en el futuro. Todos ganamos. Pero siento a la vez, que es maravilloso el poder que nos da la tecnología hoy a los consumidores. Nunca el consumidor ha tenido tanto poder, ya que no es solamente con la billetera como podemos hacer oír nuestra voz.

Me gusto muchísimo el disco “Clandestino” cuando lo escuché por primera vez hace casi 10 años (como pasa el tiempo!). La música me pareció fenomenal, muy original en ese entonces. Las letras, salidas del más combativo progresismo que uno puede imaginar. Pero no me molesta. He aprendido a diferenciar las cosas; es así como creo uno puede llevar una vida más sana y rica: Manu Chao le pone música a mi vida; disfruto sus melodías... no le doy bola a su mensaje. Parelelamente, no me pierdo ni una columna de George Will, y dudo que escucharía una canción del veterano columnista del Washington Post si un día se le da por escribir música pop.

Así que hoy, cuando venía en el auto cantando a dúo con Manu “in Fallujah, too much calamity, this world go crazy…”, se me ocurrió usar ese poder de consumidor con dientes al que me refería, aquí, hoy, en el blog:

Consejos de su modesto servidor-consumidor para hoy:

1) A los adeptos de la música alternativa, no dejen de bajar el disco de Radiohead. Es fenomenal. Y dejen algunos centavos. Aunque se puede bajar el disco por $0, cualquier suma sirve como un mensaje de aprobación a los artistas.

2) A quienes tengan interés en el ultimo disco de Manu Chao, pueden conseguirlo en la disquería u online y pagar por él. Pero si quieren ser coherentes con la lucha anticapitalista que caracteriza a nuestro artista, no paguen NI UN CENTAVO. Descarguen aquí gratis y en forma pirata el disco. Unite a Manu y decile no a la sociedad de consumo que nos esclaviza.