De vuelta en Buenos Aires desde el viernes luego de un año y ocho meses.
A pedido del público, mis observaciones fresquitas.
Primero, por supuesto, el calor húmedo, opresivo, que no existe en el clima tropical de montaña, bien sequito, de la Ciudad de México (el mejor de mundo).
Luego, ahí mismo en Ezeiza, debido a la pesada carga, el pedido de un carrito a un tipo de equipaje hace que las valijas y un servidor salgan sin pasar por aduana ("Ud. siempre tiene que conseguirse alguien de equipaje"). Es clarísimo que el aeropuerto está "atendido por sus dueños", lo que me parece perfecto, fucking burguesía industrial, fucking AFIP. Tendría que haberme venido con unos kilos de cocaína. Ya lo sé para la próxima vez.
Por las dudas, no traje toblerones, veo que tantas precauciones no eran necesarias. Aunque sé que el problema es de salida. Los muchachos de Edcadassa con sus juguetes de rayos X 3D de millones de dólares para chorear toblerones, celulares y cámaras. En Nigeria no se consigue. Viva el turismo, industria sin chimeneas.
Luego, la calle, todo igual, como si me hubiese ido hace dos semanas. Un terrible kilombo el tráfico en la General Paz al mediodía, no quiero pensar lo que es a las 19. Hasta en eso volvimos a los ´80s.
No noté construcciones importantes. Los mismos viejos edificios despintados con un año y ocho meses más encima. Me dicen que por toda la zona norte se han construído casas a lo bruto. Por supuesto, los pobres las compran con créditos hipotecarios privados a 30 años en pesos.
Sobredosis de asado, torta de ricotta, mantecol, dulce de leche sólido, leche Cindor, facturas y otras delicias locales. Seguiré con esto hasta dentro de una semana o la muerte, whichever comes first. Escenas de Trainspotting vienen a mi mente.
Esto para todos, pero en especial para Sergio. Pude ver la calle como extranjero, una extraña sensación. Buenos Aires es mitad Latinoamérica (o un 60%) y el resto, como cualquier metrópolis europea. Piercing por todos lados, mujeres de 50 años con el pelo azul, vestidos todos a la moda. Los brazos y las piernas, blanco leche. La gente hablando por celular a los gritos por la vereda.
En México, para suscribir a Lafauci, creo que no me dí vuelta para ver a una sola mina. Acá, 25 veces por día.
Peluquería y los diálogos de siempre, lo mal que le va a River, el auto que se vendió, que se compró, qué bueno o qué malo que es; mirá esa mina que acaba de pasar, etc. Algunas cosas nunca cambian. Aún no escuché comentarios de tono político en la calle, los reportaré, pero casi podría inventarlos ahora y acertar 99%.
Mi primer viaje en colectivo incluyó el intento de robo de un flaco rubio al collar de una old lady (vieja). Y el regreso, un problema hacer que los colectivos no se te escapen. Nada nuevo. Deberían ir a comisión por boleto.
La gente te comenta que los precios suben todo el tiempo, como en los '80s, por supuesto.
Hoy voy por Palermo que, al parecer, vive horas de esplendor. Según dicen, ahora resulta que Palermo abarca desde Rivadavia a la General Paz. Palermo Hollywood, Palermo Dead (Chacarita), etc. Veremos.
Ya saludé a mi querido río de la Plata. Estaba bastante bajo el nivel del río, por la pastera de Botnia, sin dudas.
Algún día de estos me voy al Trocen a ver cómo anda la cosa. Pero no con este calor.
Respondo preguntas, vayan levantando la man0.
si podes saca fotos a las veredas, las cuadras, las vidrieras chiquitas, todas esas cosas que no les interesan a los turistas
ReplyDeleteBienvenido al Puerto K, aca es donde se cruzan los caminos.
ReplyDeleteUn saludo maestro, que la pase bien!
ramon cassino
Para mí, fue una sorpresa enterarme que vivías en México, equivocadamente pensé que estabas en EE.UU.
ReplyDeleteComo siempre, los porteños ya se aprovecharon del turista desprevenido porque, por lo que contás, el maletero te llevó por el Canal Verde de la aduana donde pasas sin que te revisen a menos que seas el afortunado al que le revisan hasta el ombligo. ¿O le diste una mordida al aduanero? No era necesario. Te curró el maletero.
Te recuerdo que la popular mordida mexicana en la Argentina se llama coima y está también bastante extendida, pero es ilegal, igual que en México.
Buenos Aires te va a parecer una ciudad sin gente, sin smog, llena de blancos (especialmente el Barrio Norte, Recoleta, Palermo, Tribunales, Caballito, Flores, Belgrano, Coghland, Parque de los Patricios, etc. etc, pero no vayas al Bajo Flores que está full de coreanos y chinos ni al Once ni al Abasto que está lleno de peruanos y bolivianos.)
Las minas siguen estando rebuenas (ya lo has notado), pero jodidas como siempre. Si están muy cariñosas, rajá que seguro te quieren secuestrar o son gatos.
Como bien señalás, Palermo se ha extendido tanto que ya llega hasta Villa Crespo (lo que es una truchada marketinera, además de una grasada)y han construido tantas torres que las cloacas no dan abasto porque a nadie se le ocurrió que si cuadruplicás la población en una manzana tenés que ampliar las cloacas.
Cuando vayas a Puerto Madero también verás algunos edificios nuevos sobre el Río de la Plata a precios baratos para Europa pero inalcanzables para la mayoría de América Latina.
Los chicos de uniforme azul de la
Policía Federal pueden parecerte gente culta y educada, pero es por comparación nada más. Siguen teniendo gente buena y mala como siempre. Y la inseguridad no es una sensación simplemente sino que es bastante real, pero no te van a secuestrar en la Capital Federal a menos que hagas turismo aventura de noche por Mataderos o La Paternal. En provincia de Bs. As. ya es otra cosa. Es peligroso andar de noche y, en algunas zonas, de día también.
En fin, para qué seguir. Te darás cuenta que Buenos Aires se ha latinoamericanizado bastante.
Disfrutá Buenos Aires con todo que es una ciudad como no hay otra (es obvio que es la mía) pese a la humedad de mierda que tiene.
YO (el enmascarado)
Muy bueno, conta más cuando puedas. Tengo amigos que me dicen que la ciudad está muy linda.
ReplyDeleteMañana tendré un nuevo reporte, iré al Trocen.
ReplyDeleteNo, el de equipaje nos llevó sin pasar por ningún lado, nada de canal verde.
Me fui un año y ocho meses, no es para tanto.
Buenos Aires, igual que el DF, está buena si tenés guita.
Qué lindo reporte, Blogovido!
ReplyDeleteQue se vengan los próximos capítulos!!
Hablando de Buenos Aires... se acuerdan de mi post pidiendo recomendaciones para mis amigos?
Ya se fueron y regresaron. Aquí el email que mandaron ayer:
G. and Ramiro:
Where can we begin? We have totally fallen in love with Argentina! From the food to the people, the buildings to the coffee, Buenos Aires is an amazing place!!!!
Firstly, we want to thank you for all your recommendations, We literally walked around with Ramiro's email in hand and checked off each suggestion. We stayed in a hotel in Recoleta which was a wonderful area. We ended up eating in Puerto Madero 2 or 3 times, and loved it. We had coffee at La Biela, pizza at El Palacio de la pizza, a snack at Plaza Serrano, antiquing in San Telmo.
Truly, we just fell in love with walking around the city and talking with the (very elegant, kind) people. The only problem we had was a disagreement over which combination is better: cafe con tres medialunas or cafe con alfajores....
We went to Iguazu for a day and were blown away by the falls.
D. returned to L.A. very reluctantly, with a carry-on bag filled with Havana's alfojores.
Thank you again for all your help.
N. and D.
Parece que los "alfojores" de los amigos de Ramiro estaban rellenos con una mezcla de paco, éxtasis y ruda macho, porque únicamente con un grado avanzado de intoxicación se puede disfrutar de esta mega-villa que es argentolandia.
ReplyDeleteEn serio, más allá de las circunstancias del momento, Buenos Aires es una ciudad extraordinaria, única en el mundo como toda gran ciudad.
ReplyDeleteSi a la oferta de paisajes, comida y diversión de Buenos Aires y de toda la Argentina le sumamos la bagatela en que se convirtió el país por el régimen de pobreza forzosa, se entiende perfectamente por qué los turistas vuelven enamorados.
Yo antes pensaba un poco como el amigo anonymous, pero tuve la oportunidad de ver la ciudad desde la perspectiva de un turista, pues nunca me había ido más que por unas semanas de BA.
ReplyDeleteBuenos Aires es una ciudad hermosa. Por supuesto, no vayas a las villas ni Laferrere.
Pero, sacando eso, tenés un montón de cosas para hacer o ver. Y los porteños definitivamente somos todos personajes, casi grotescos.
Antes no le hubiera dicho a un extranjero que venga a conocer Buenos Aires, ahora, sin dudas.
Eso sí, los toblerones llevalos en el bolso de mano.