Es realmente descorazonador, pero en la Argentina 2008 todavía seguimos discutiendo cuestiones como estas:
¿Por qué no hay apoyo político para ir saliendo de la sustitución de importaciones? Una respuesta podría encontrarse en la referida interpretación maniquea de nuestra historia, la que da origen a reiterados intentos de formar nuevos movimientos de carácter «nacional y popular», que es seguir la misma orientación que, con algunos altibajos, venimos llevando a cabo desde hace seis décadas. Si nos hiciéramos la pregunta clave, acerca de si la opción que tenía el país, hacia fines del siglo XIX, era la de ser un país agroexportador o un país industrial, o si la elección era entre tener una economía agroexportadora (cuyo dinamismo se diseminaba en toda la sociedad) o una economía de subsistencia. Creemos que la verdad es esta última.
Si aceptamos esto, se derrumba el mito (encubridor de nuestras debilidades), de que nuestras frustraciones obedecen a una conjura de intereses foráneos, en complicidad con minorías «antinacionales y antipopulares». La teoría de la dependencia (de la que fueron adelantados los mencionado líderes de FORJA), tuvo la influencia que tuvo en los movimientos de «liberación» de la decada del 70, porque ofreció a estos una explicación simple del subdesarrollo de América latina, y de su solución: bastaba aniquilar el modelo agroexportador, para que el desarrollo adviniera rápidamente. El tiempo mostró que las cosas no eran tan fáciles (Fernando Henrique Cardoso es un testimonio invalorable al respecto, ya que luego de ser uno de los más destacados intelectuales de la referida teoría, antes de convertirse en presidente de Brasil, advirtió la simpleza de aquella explicación del subdesarrollo). El núcleo ideológico que hoy impera en los círculos oficiales, está nutrido en la citada teoría.
El modelito fue correctamente rebautizado en Venezuela como "desarrollo endógeno". Y ya se ve lo bien que les va.
ReplyDeleteEste es el punto clave del fracaso argentino.
ReplyDeleteEstas nociones ridículas (consensos de mínima) de país industrial, teoría de la dependencia y teorías de la conspiración imperialistas son compartidas por la amplísima mayoría de la población.
Por eso pongo el ejemplo del precio de los autos, porque es algo tan absurdo como los 10 años para que Entel te instalara la línea.
Y lo peor es que tras más de medio siglo del "modelo industrialista", los cambios necesarios para salir de él hacen que sea imposible políticamente hacerlo.
Y eso sumado al default y otras yerbas y a que acá cualquier cosa se trucha.
La idea de apoyar la industria textil sin solución de continuidad es algo que supera la torpeza. Generaciones de personas entrenadas en algo que no tiene ningún futuro, que serán por siempre un lastre.
We are dooooomed.
Me mandé el comentario de arriba (doomed) con una cuenta que no es mía. Corrijo.
ReplyDeleteIncreíble.
ReplyDelete