Los artículos de Pravda (La Nación) nunca fallan, siempre revelan en forma descarnada la pacatería hipócrita de una parte de la Argentina.
El otro día fue el "destino político de Castro que se definiría en las elecciones cubanas".
Hoy son los heroicos muchachos que peinan canas, los ex alumnos del colegio La Salle.
Parece ser que el colegio tiene problemas económicos, decidió reducir la matrícula, trasladar sus aulas a un edificio anexo y concesionar a "una multinacional" el edificio principal para hacer de él un hotel de categoría.
Pero no, ¿Cómo vamos a "entregar nuestro patrimonio histórico y cultural a una multinacional"?
Pero sobran héroes en las pampas infinitas, y bien lo retrata Pravda con un título inmortal:
Los ex alumnos están en plena resistencia Se organizan por cadenas de e-mails
Como suele ocurrir con bares antiguos que cierran por diversas razones (aunque siempre es la misma, no ganan plata porque no va nadie), aparecen de repente los vecinos que se indignan y reclaman la urgente acción del gobierno. Juntan miles de firmas y es fácil imaginar que si cada uno de los firmantes pusiera cien dólares, el bar podría funcionar a pérdida por años. Pero yo firmo, no me pidan más, que sino no me puedo comprar el milqui o no me puedo ir de vacaciones a La Feliz o no me alcanza para el plasma.
Y ahora es peor, un grupo de payasos pretende que los cartoneros, que pagan todo el IVA y otros impuestos que no pueden evadir, financien el hobby, el placer pacato de que el colegio distinguido al que asistieron, siga siendo un colegio y en el mismo edificio, como si eso sirviera para algo. Como si no se pudiesen dar las mismas clases en el edificio de enfrente. Como si fueran a tirar abajo el edificio antiguo para construir el hotel.
Después criticamos a los piqueteros. ¡Los ex alumnos están en plena resistencia! Si hasta se organizan por cadenas de e-mails. Pero si hay que poner un mango, ahí vas a ver una verdadera resistencia. Esa es la sociedad civil argentina, se organiza para "peticionar a las autoridades".
Siempre recuerdo que la empresa estatal que más odiaba era Aerolíneas Argentinas, porque perdía millones y millones para financiar las vacaciones de los ricos y los paseítos de los políticos, sus amigos y amantes y subsidiaba a los hijos de ricos que querían trabajar de pilotos o azafatas. Por desgracia, Aerolíneas no se liquidó, sólo se semi-privatizó. No alcanzó la ola. Y ahora está en fortísimo receso.
Blogovido, para mi es lo mismo que cuando se quejan de que los marcianos nos van a robar la Patagonia o el acuifero Guarani, tesoros nacionales incalculables de un interior al que en realidad nadie quiere ir a laburar. Lo cierto es que en este mundo el que no usa un recurso, tarde o temprano lo pierde, es casi una ley natural. Estoy en contra de repartir lo que no es de uno, pero tambien si uno se rompe el lomo trabajando en el culo del mundo mientras la gente grita desde Buenos aires que se van a llevar el Lanin en barco, bue, es lo mismo. Como el futbol. Somos patriotas de tv.
ReplyDeleteCuando los Argentinos se apropien de la Argentina (me refiero a laburar en el pais, obviamente) la Argentina será de los Argentinos. Y sí, tambien se aplica a los giles estos que les importa un pedo el colegio hasta que esta fundido (y quieren que se reflote con guita de otros).
Es que en la Argentina la caridad bien entendida siempre comienza con la plata de los demás.
ReplyDeleteSi de verso se tratara, seríamos Suiza.
yo fui a los maristas de rosario. ¿entonces el edificio es mío?
ReplyDeleteObviamente, no creo que se deban emplear fondos públicos para evitar que un propietario, aunque sea una orden religiosa dedicada a la enseñanza, haga lo que quiera con su propiedad.
ReplyDeleteTampoco me parece mal que los propietarios hayan decidido, evidentemente por una necesidad económica, realizar el acuerdo con una cadena hotelera multinacional o argentina.
Pero también entiendo perfectamente el dolor que les puede producir a los ex-alumnos del Lasalle ver que su querido colegio se transforma en hotel, aunque solo sea parcialmente.
No me consta que nunca se hayan preocupado por la situación económica de su Colegio, aunque se me ocurre que, como todos, seguramente les preocuparía más su propia situación económica personal, lo que es absolutamente lógico, y quizás no hayan podido colaborar aportando plata.
Hice todo el colegio en el vecino Colegio del Salvador (rival en fútbol y en las minas con los del Lasalle) y mi Colegio ocupa un lugar inolvidable en mi vida.
Me recibí de bachiller en 1968 y el gran afecto por el Colegio, que comparto con la inmensa mayoría de los ex-alumnos que por allí han pasado desde hace más de 140 años, no es un hobby, ni una pacatería, ni una imbecilidad de tilingo. Es simplemente un gran cariño por nuestro Colegio. Compadezco a los que no sienten lo mismo por sus respectivos colegios o escuelas, tendrán sus razones.
Cuando tiraron abajo las viejas aulas donde había estudiado para construir un sector nuevo (estéticamente horrible y típico de un ingeniero civil para colmo ex-alumno) me dió bastante pena porque una parte de los lugares importantes de mi vida ya no estaría más.
Los de mi generación egresamos, tal vez, con menor calidad académica que los del Nacional Buenos Aires (superior en esa época a cualquier colegio privado religioso o no)
y con un pobrísimo nivel de inglés (somos incapaces de llamar Falklands a las Malvinas), pero con un gran orgullo de ser del Salvador por las exigencias académicas, humanas, disciplinarias (nos tenían cagando aceite)y por el espíritu de cuerpo que nos unía y nos une.
A los del Lasalle les pasaba lo mismo y no me sorprende que se sientan doloridos y quieran hacer algo.
Son perfectamente libres de movilizarse para buscar una solución mientras NO pretendan que sea el Estado el que ponga la guita para sanear el colegio.
Creo que será difícil porque se trata básicamente de dinero y no todos los egresados de los colegios tradicionales somos gente de fortuna, pero les deseo que ojalá puedan buscar alguna fórmula económica con los propietarios que evite transformar en hotel su querido colegio.
Aclaro que empleo las palabras "colegios tradicionales" en lugar de distinguido porque la gran mayoría de mis compañeros poco tenían de "paquetes" o"cajetillas" sino que eran de familias de clase media y un 10% eran pitucos venidos a menos.
La gente paqueta iba al Champagnat, al Newman, al Martín y Omar, al San Pablo, al Marín, al Saint George o al Saint Andrews y los "nuevos ricos" iban a colegios bilingües no tradicionales de los que algunos todavía existen.
YO (el enmascarado)
Todo bien Enmascarado pero, caramba, qué coincidencia, Macri está buscando la "fórmula legal" para hacer imposible este negocio. Algunos ex alumnos con influencia deben estar apretando.
ReplyDeleteNo querría se acreedor del La Salle en este momento.
Muy interesante, Enmascarado. Me parece muy loable la actitud de los ex alumnos, siempre y cuando no pretendan endilgar el salvataje a los contribuyentes argentinos, que en su mayoría en su bendita vida siquiera escucharon hablar del La Salle.
ReplyDeleteMas que con la Escuela Normal donde hice la secundaria, mis lazos afectivos (muy fuertes) son con la universidad y mis ex compañeros de la época.
Reitero que el Estado, sea el nacional o el de la Ciudad de Bs. As., NO DEBEN INTERVENIR NI PONER NI UN MANGO DE FONDOS PÚBLICOS EN RESCATAR A NINGÚN COLEGIO O A NINGUNA EMPRESA PRIVADA. Si Macri se deja lobbear por algún ex-alumno lasallano va a sentar un pésimo precedente. Pero no me extrañaría que cediera porque Macri no es liberal.
ReplyDeleteUn comentario dirigido a los de mi generación que iban al La Salle:
algunas veces nos ganaron al fútbol, pero nosotros siempre les sacamos las mejores minas!!!
YO (el enmascarado)