Muy interesante, finalmente parece confirmarse lo que se sospechaba desde hace décadas en Occidente. Gagarin no fue el primer cosmonauta ruso. Hubo tres antes que no sobrevivieron y por lo tanto fueron eliminados de los libros de historia oficial.
Todo esto parece confirmar aquello de que la ventaja inicial de los soviéticos sobre los norteamericanos en el programa espacial se debió en gran medida a un increíble desprecio por los mecanismos de calidad y seguridad.
(Visto en Instapundit)
Los jovatos como yo tal vez recuerden algunos rumores, que circularon a fines de los años 50, acerca de llamadas de radio que parecían provenir de astronautas soviéticos que habían quedado orbitando sin control y que pedían ayuda al Centro Espacial ruso para poder recuperar el control de su cápsula y no terminar incendiándose al entrar en la atmósfera.
ReplyDeleteRecuerdo claramente una grabación donde el supuesto astronauta hablaba cada vez más nervioso y a medida que pasaba la cinta la comunicación iba teniendo cada vez más ruidos de estática.
Finalmente, el ruso empezaba a gritar en alemán y en ruso hasta que se interrumpía la transmisión.
Esta cinta nos la hicieron escuchar en el Colegio del Salvador y nos quedamos muy impresionados.
Debo recordar que los jesuitas tenían en el Colegio Máximo (su Seminario en Argenina) un observatorio astronómico bastante importante dirigido por el Padre Reina, que era un muy conocido y prestigio astrónomo argentino con fuertes vínculos con sus pares estadounidenses.
Si mal no recuerdo, la cinta había sido difundida por la Voz de las Américas y, creo que también salió en Selecciones del Reader's Digest.
Este tipo de conferencias no eran raras en el Colegio ya que también recuerdo que trajeron a un húngaro que había sobrevivido a la represión soviética del levantamiento húngaro de 1956, liderado por Imre Nagy y el Coronel Pal Maleter.
Este húngaro no era un cura, había combatido en Budapest hablaba castellano con muchos errores, se equivocaba muchísimo al acentuar las palabras, por ejemplo decía "entonces llégaron los bombárderos", pero era terriblemente descriptivo y creíble. También quedamos muy impresionados.
No creo que estas conferencias fueran coordinadas por la CIA, pero nuestro Rector, el Padre Martínez Márquez, era cubano y se había tenido que exilar por lo que estaba siempre muy dispuesto a difundir todo aquello que mostrase las peores facetas del comunismo.
Muca gente ignora que Fidel Castro es egresado del colegio jesuita de La Habana y una de las primeras medidas que tomó fue cerrar ese colegio.
Pese a todo, la impronta jesuita algo le dejó porque esas interminables reuniones, de varios días de duración, que Castro hace realizar a los cuadros del partido comunista cubano parecen un calco de los Retiros de Ejercicios Espirituales que creó San Ignacio de Loyola.
Perdón por la extensión y haberme apartado tanto del tema.
YO (el enmascarado)