Todo es relativo en la vida. Mi madre se quería morir con 5 grados sobre cero en los inviernos argentinos y ahora, después de vivir en carne propia 30 y pico bajo cero, 10 bajo cero le parece totalmente aceptable, casi primaveral.
De la misma manera, a mucha gente le parecían basura salarios de 450 dólares por mes durante los 90 y en ahora, en la Argentina kirchnerista, después de experimentar en carne propia salarios mensuales de 100 dólares, ingresos equivalentes a 200 dólares por mes les parecen una conquista social.
Las magias de la devaluación y del exilio.
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