De los comentarios que ameritan un post:
Aún me sorprende que V. S. Naipaul haya ganado en Nobel en 2001: buen escritor, extraordinario testigo y comentarista de nuestro tiempo, presentador honesto de las hipocresías tercermundistas, defensor a ultranza de Occidente. Los rojos lo odian, los islámicos lo odian, y los médicos brujos de la pobreza lo odian. Después de Naipaul el comité en Estocolmo despertó y le ha entregado, entre otros, el premio a Pinter, a Lessing, y a la ex-agente de la Stasi cuyo nombre no recuerdo, una comunacha sadomasoquista.
Durante un tiempo el premio iba de izquierda (Neruda, con ciertos méritos pero no como para Nobel) a derecha (Solyenitsin, con muchísimos más méritos literarios y de sufrimiento político). Pero desde que los soviéticos mordieron el polvo y Estados Unidos se yergue solo cual coloso, el comité debe sentir que es necesario balancear un poquito las cosas. De esta manera nos han regalado vómitos de premios como Pinter y la vieja imbécil de la Lessing. De seguir así, la famosa lista de aquellos titanes a quienes nunca se les concedió el dichoso premio pasará, finalmente, a ser la verdadera e ilustre, mientras que los premiados van a tener tanta importancia en el desarrollo de las letras como los ganadores del Festival de Viña lo tienen en el mundo de la música: entre ninguna y microscópica.
Sergio
Hasta los relojes parados dan la hora dos veces por día.
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