Feb 15, 2008

Madurez


En serio, qué envidia que me da Perú y su enorme esfuerzo por diferenciarse del aluvión populista de la región:

El hecho ha pasado casi desapercibido fuera del Perú. Y no debiera ser así porque representa un soplo de aire fresco que revitaliza las esperanzas de los demócratas que viven asediados por el populismo dizque bolivariano. Fue el pasado viernes en la Casa de Gobierno de Lima. El presidente Alan García se entrevistó durante 40 minutos con el escritor Mario Vargas Llosa. A primera vista, nada excepcional debería haber en ese dato. Mas todo ello se sale de lo corriente.

Como ya ha quedado reflejado en esta columna (ver «Sorprende el Perú de García» ABC, 31-10-07) el actual presidente del Perú, a quien hemos oído decir que «Yo ya estaba en el poder cuando ganó Bush padre y seguiré en el poder cuando se vaya Bush hijo», ha dado un giro radical a sus políticas. Y su reunión con Vargas Llosa es la prueba irrefutable de que ya nada es igual. A su salida del palacio presidencial, Vargas Llosa lo dijo con claridad: «Hoy Alan García es responsable, sus políticas son políticas que defiendo hace años, no me arrepiento de haber votado por él en la segunda vuelta porque representaba el mal menor ante un candidato que nos hubiera llevado al abismo por su populismo».

1 comment:

  1. Nosotros lo cargamos a Gore con el peso, pero Alan tiene lo suyo.

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