Estaba tomando un café con un amigo en un bar típico de Buenos Aires, para hacer más exacto en la esquina de Defensa y Av. Belgrano (frente a la Basílica de Nuestra Sra del Rosario y Convento de Santo Domingo. Allí se conservan banderas tomadas a los ingleses durante la Segunda Invasión, cuando éstos ocuparon la iglesia, que fue desalojada tras duros combates. En el atrio se encuentra el mausoleo del General Belgrano)
Todo normal, cortado, tostados, agua sin gas y...un grito "¡Nadie me mire y dejen los celulares!" "¡La plata, quiero toda la plata arriba de la mesa!"
Mi amigo estaba frente a la entrada y puso cara de fastidio, como si alguien estaba interrumpiendo una reunión por una tontería. En mi caso, de costado y casi de espaldas a la puerta me encontraba hablando por el celular, miré a la persona que gritaba y vi a otra que tenía una pistola en la mano y seguí hablando como si nada. Cuando uno de los chorros se acercó y me quitó el teléfono diciéndome "quedate tranquilo, es para que no llames a la cana!" me di cuenta que la cosa venía en serio.
Los dos a los gritos comenzaron a recorrer las distintas mesas del lugar, sacando celulares, dinero y en algún caso algún anillo. El más cercano, trataba de calmar a las señoras y señoritas que en alguna mesa comenzaban a llorar del susto. "¡No llore señora, no le vamos a hacer nada! Déme la plata!" Chorro, pero con respeto, sin tuteo, vio?
En el fondo, el "socio" armado, se había topado con una persona un poco más testaruda y los gritos terminaron con un tiro, que por suerte no hirió a nadie. Luego pasaron a la caja y comenzaron la retirada.
Cuando salieron caminando, me levanté a preguntar a las mujeres y a los empleados del lugar, sobre todo en la zona del disparo como estaban. Todos respondieron que se encontraban bien y tan pronto como comprobaron que los chorros se habían ido, salieron del local.
Encontré un policía cerca que rápidamente concurrió al lugar. Otro asaltado llamó a emergencias y en menos de 5 minutos apareció un auto civil con policías sin uniforme que rápidamente salieron a buscar a los ladrones. Les dimos una descripción y cada uno fue por su lado.
Cosas del destino, se llevaron mi teléfono pero no el dinero.
Le pregunté a mi amigo el porqué de su reacción y me dijo que era la segunda vez que le pasaba. La primera, los chorros entraron en su casa mientras dormía y se encontró con un cañón de un arma en la cabeza. A partir de allí, quedó con una sensación que hoy, apareció como un fastidio, solamente.
Tal como estoy empezando a escuchar en casos similares "al menos estamos vivos".
La verdad, es que la sensación de indefensión y soledad que uno siente, no se compara con nada del mundo.
Ahora, formo parte del porcentaje de argentinos que al menos, una vez, sufrieron de un hecho delictivo.
Pablo
Qué horror, Pablo, no se puede creer. Pero en la Argentina kirchnerista no deja de ser una buena noticia, no les pasó nada. Tuvieron mucha suerte que les tocara unos chorros medio profesionales y no unos improvisados con el cerebro cocinado por la falopa.
ReplyDeleteTerrible, Pablo. Menos mal que no pasó a mayores, como dijo Louis. Hechos como este dejan un sabor amargo por largo tiempo.
ReplyDeleteHace un mes estábamos almorzando en el centro con unas amigas, y dos de ellas habían pedido pollo al horno con papas.
ReplyDeleteEstaban sentadas cerca de la ventana...
De golpe, un tipo que pasaba por la calle... metió las manos, se robó la fuente y salió corriendo.
Bueno, les sirvieron de nuevo y no les cobraron el 'robado'.
¡Menos mal!
Realmente que situacion de mierda, y lo peor de todo es que solo nos queda decir con resigancion menos mal que no paso a mayores.
ReplyDelete¿Vieron? El delito se está "complejizando".
ReplyDeleteMe sumo a la alegría de que no les pasó nada AÚN más grave ya que ser ASALTADO A MANO ARMADA es un hecho grave por sí mismo. Tiene que haber sido un momento terrible.
ReplyDeleteYO (el enmascarado)
Y en el frente estan incrustadas las balas de los canones en la pared del campanario...si habre ido de excursion con la escuela!
ReplyDeleteMe alegro que estes bien.
Ayer en la radio estaban contando que en Mardel chorean a lo loco en plena luz del dia.
Muchas gracias a todos por el apoyo generalizado.
ReplyDeleteLamentablemente siempre oímos hablar de...hasta que nos toca.
No me gusta lo que está pasando en mi país; no me gusta que no exista el orden y la autoridad; no me gusta que me mientan diciéndome que la seguridad es una "sensación"; no me gusta estar desprotegido; no me gusta la justicia garantista y muchos etc., pero a pesar de todo, voy a seguir luchando para que las cosas cambien.
Una vez más, gracias a todos y sobre todo a nuestro Louis por permitirme usar su blog para hacer terapia.
Pablo
Pablo, sos más que bienvenidos. Honestamente me alegro que no te haya pasado nada.
ReplyDeletesaben lo que me pasa a mi cuando leo esto? me da miedo... estoy planeando un viaje con mis hijos, despues de 6 años fuera de Baires, y se que en cuanto pise la calle seremos "target" seguro... yo me puedo camuflar entre los porteños, porque soy porteña... pero mis hijos, que como buenos niños hablan a los gritos, lo haran en inglés... y tendremos mil "carteristas" y chorros en nuestros talones... No les explico como me amarga de antemano el viaje...
ReplyDeleteDolores, todo un tema. Me preocupa mucho.
ReplyDeleteDolores, vistanse con ropa comprada alla. La ropa que viene de afuera la "spotean" (TexMex) enseguida.
ReplyDelete