Fuente de dudosa procedencia que se apoya en Wikipedia, el lugar donde cualquiera puede escribir un artículo, y en un nacionalismo típico de Argentina (y, en menos importancia, de Chile) que ensalza a los héroes sin considerar las barbaridades que pudieron haber cometido (Roca del lado argentino; Lynch del lado chileno, para los que algo saben de la historia de los Caínes) y que ve enemigos dispuestos a todo con tal de dañar a la Gran Patria. Se llega al colmo cuando no se toma en cuenta que los mapuches (Araucanos es un nombre que los españoles les dieron, no el que ellos se daban a ellos mismos) no concebían la idea de una frontera en medio de su territorio. Chile y Argentina son creaciones muy posteriores a la realidad mapuche. Nosotros pusimos fronteras y les ganamos a los indios a la larga; pero cuando los mapuches cruzaban para uno y otro lado la Cordillera, no podían aceptar la división política que los artífices de estas dos naciones aceptaron como lo más natural del mundo.
Por último, los únicos documentos, los únicos escritos, lo único que tenemos y sabemos que está allí con respecto al exterminio de los indios en la Campaña del Desierto viene de don Julio Argentino, no de los indios. Incluso los estadounidenses, en los 50's, hicieron una película con Robert Taylor sobre la Campaña con el mismo tema de las películas del Oeste americano, sólo que Taylor tenía el rol de un capitán argentino: matar y matar indios; civilización o barbarie.
Podemos debatir sobre los métodos y podemos estar de acuerdo en que una nación moderna a veces debe ensangrentarse para arrastrar al presente a los elementos recalcitrantes por muy ancestrales que sean. Pero es una canallada el querer achacarle a los indios las matanzas que los blancos perpetraron y luego culpar a los indios de ser mal agradecidos y traidores.
Fuente de dudosa procedencia que se apoya en Wikipedia, el lugar donde cualquiera puede escribir un artículo, y en un nacionalismo típico de Argentina (y, en menos importancia, de Chile) que ensalza a los héroes sin considerar las barbaridades que pudieron haber cometido (Roca del lado argentino; Lynch del lado chileno, para los que algo saben de la historia de los Caínes) y que ve enemigos dispuestos a todo con tal de dañar a la Gran Patria. Se llega al colmo cuando no se toma en cuenta que los mapuches (Araucanos es un nombre que los españoles les dieron, no el que ellos se daban a ellos mismos) no concebían la idea de una frontera en medio de su territorio. Chile y Argentina son creaciones muy posteriores a la realidad mapuche. Nosotros pusimos fronteras y les ganamos a los indios a la larga; pero cuando los mapuches cruzaban para uno y otro lado la Cordillera, no podían aceptar la división política que los artífices de estas dos naciones aceptaron como lo más natural del mundo.
ReplyDeletePor último, los únicos documentos, los únicos escritos, lo único que tenemos y sabemos que está allí con respecto al exterminio de los indios en la Campaña del Desierto viene de don Julio Argentino, no de los indios. Incluso los estadounidenses, en los 50's, hicieron una película con Robert Taylor sobre la Campaña con el mismo tema de las películas del Oeste americano, sólo que Taylor tenía el rol de un capitán argentino: matar y matar indios; civilización o barbarie.
Podemos debatir sobre los métodos y podemos estar de acuerdo en que una nación moderna a veces debe ensangrentarse para arrastrar al presente a los elementos recalcitrantes por muy ancestrales que sean. Pero es una canallada el querer achacarle a los indios las matanzas que los blancos perpetraron y luego culpar a los indios de ser mal agradecidos y traidores.
Sergio