Roberto Cachanosky, ¿qué se extrañan de Lavagna, y Escudé?
Dirigentes sindicales, empresariales, periodistas y hasta intelectuales suelen cambiar de ideas como de camisa. Por ejemplo, con todo el afecto personal que le tengo a Carlos Escudé, no puedo menos que sonreír cuando lo escucho haciendo una defensa a ultranza del kirchnerismo, pidiendo disculpas por sus críticas anteriores al oficialismo. El caso de Escudé es curioso porque el debate no es sí está bien o mal el tipo de cambio “competitivo” o el impuesto a las exportaciones, el debate es si el kirchnerismo respeta la democracia republicana. El cambio de postura de Carlos Escudé no es por una cuestión marginal, sino que hace al corazón de la organización institucional de un país. Curioso cambio de opinión, entonces, para un especialista en análisis político.
Tanto le dimos que le abrimos la cabeza a Cachanosky
ReplyDeleteDa miedo esto.
ReplyDelete¿Terminaremos amando al gran hermano?
A Escudé hay que darle un lustro...
ReplyDeleteTarde piaste, Cachanosky, en este blog te llevamos como 6 meses de ventaja
ReplyDeletePablo
Para mi lo de Escudé es un chiste, es para levantar el rating.
ReplyDeleteEscudé quizás haya llegado a una posición semejante a la mía.
ReplyDeleteLa Argentina no puede ser mejor que esto.
Creyendo que sí lo puede ser, nos estamos engañando.
La locura de Escudé es defender esto, que es una porquería nauseabunda, inevitable o no.
En todo caso, tenés que reírte o llorar, pero ¿elogiar?