Marcelo Castro Corbat:
En Italia, el ex ministro Veltroni, formó una nueva agrupación política de izquierda denominada Partido Democrático, para presentarse en las próximas elecciones. Su mensaje al pueblo es: “menos impuestos y más salarios” y ya tiene entre el 28 y 30% de intención de voto. El mensaje de Berlusconi, su opositor de derecha, es: “Italia, vuelve a levantarte”.
El mensaje de la izquierda es una definición concreta y el de la derecha es una generalización indefinida. Lo más llamativo es que el discurso de izquierda sostiene lo que siempre fueron fundamentos sociológicos, económicos y políticos de la derecha, y que la derecha ha caído en las vaguedades de soñar en sociedades ideales. Bienvenido el mensaje político de la izquierda y lamentable el de la derecha.
En Argentina, el mensaje de izquierda, el populista y el de dirigentes sindicales, sigue con sus incoherencias. El 72% de los impuestos los recauda el Gobierno Nacional, convertido en una estructura estatal agobiante, paquidérmica y corrupta; los trabajadores deben destinar casi cinco meses de sueldo para pagar impuestos y los salarios están congelados por el proceso de inflación, decayendo en la comparación mundial. Cuando termine el ciclo mundial de las commodity, será el rechinar de dientes.
El mensaje a la Nación de la derecha, brilla por su ausencia.
La botóxica y su vulgar marido no dejan de fogonear el accionar de la guerrilla, local y foránea.
ReplyDeleteEstos enfermos, que dedicaron su vida a hacer dinero a costa de los demás, y a acumular poder como psicópatas, adoptan una posición crítica para con Colombia, defendiendo a los impresentables de Chávez y Correa.
La política, obviamente, comprende una franja bastante ancha del pensamiento, y de un mismo hecho pueden tenerse distintas opiniones según la perspectiva que una adopte.
Lo que no se puede es caer en el absurdo, porque eso es ser ridículo y torpe.
Si yo tengo una frontera con un país vecino, asumo el compromiso de no darle asilo a los terroristas que quieren actuar en él para luego refugiarse en el mío.
Si incumplo ese compromiso, la responsabilidad de los que ahí suceda es solamente mía.
¿Qué quieren?
¿Qué esperan que pase?
¿Acaso imaginan que Colombia tiene la obligación de aguantarse cualquier cosa, y que sus ejércitos van a detenerse como autómatas en una frontera selvática difusa?
Yo pienso que Argentina ya tuvo su baño de sangre, y que si siguen haciendo la apología de las guerrillas va a tener muy pronto otro, con la diferencia que esta vez va a ser mucho peor.
Claro, la botóxica va a estar en Suiza o en Francia, rodeada de carteras, relojes y joyas.
Y vulgarcito en algún paraíso fiscal haciendo transacciones con la plata que se robó.
Y Florencia y Máximo paseando por el Mediterráneo en sendos yates, obvio.
Pero nosotras vamos a tener que estar acá, aguantándonos los tiros y las bombas.
No entiendo ni puedo conocer la oscura razón que los motiva a amar la violencia.
Ni el por qué de la incitación a lo ilegal e irracional.
Es más, no me importa ni me interesa conocerlos humanamente en profundidad.
Pero deben cesar en esas posturas criminales, si es que les queda aunque sea un átomo de cariño hacia país que les permitió enriquecerse y disfrutar tanto, incluso inmerecidamente, y encima utilizando caminos muy sospechosos y sumamente tortuosos.
que mina pendenciera esta Raquel!
ReplyDeleteBueno bien excelente por fin se dan cuenta que una cosa es la izquierda en europa y otra cosa el populismo argentino
ReplyDeleteBien por ustedes
en buenahora!
José María, tanto tiempo, ¿todo bien?
ReplyDeleteMucho mejor veo que mi ausencia sirvio para que acerquemos algunos puntos de vista
ReplyDelete;)
Así es, José María, acá somos todos demócratas de la primera hora.
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