Concuerdo con Ávila y agrego algo que es importante: estoy convencido de que los logros de Chile no han sido espectaculares como los de Japón y España (aunque yo habría incluido en la lista a Irlanda muy por sobre España, a la que le duplica el ingreso) por dos razones:
Primera, la reforma educacional necesaria en Chile jamás ha ocurrido. Ha habido reformas y más dinero que nunca, pero cambiarle la mentalidad al gremio de profesores, el 90% de los cuales son rojos o izquierdistoides, requería de una valentía política que la concertación que ha gobernado Chile por 18 años no posee.
Segunda, precisamente esa concertación política gobernante, que ha hecho todo lo posible por rescatar nichos ideológicos a los que se aferra como náufrago a un salvavidas. Chile ha desperdiciado gran parte de las últimas dos décadas porque los izquierdistas en el poder están más preocupados de redistribuir la riqueza que de crearla. El gobierno militar se preocupó del giro copernicano necesario para sacar a Chile de su mediocridad. El trabajo de afinar los detalles y dar el salto final al desarrollo recayó en la concertación de ahora. Hay logros innegables, pero también es innegable que los resultados son magros si se compara la situación chilena con Irlanda, Israel, España (generalmente no incluyo a España porque la ayuda de Europa fue fundamental en su riqueza actual) y los pequeños dragones asiáticos. Si vamos a expresarnos honestamente, Chile brilla sólo porque está en Latinoamérica, un continente de perdedores y fracasados donde el que no tiene la caca hasta el cuello luce como exitoso.
Se han hecho cosas bien, pero el vecindario es tan poca cosa que la casita llamada Chile parece una mansión comparada con las pocilgas de México al sur. Está pintada, con su prado regado, y los vidrios de las ventanas no están quebrados. Pero dista mucho de ser el palacio que los chilenos queremos pero que no hemos sabido ganarnos porque seguimos atados, voluntariamente, a un grupo de partidos ideológicamente comprometidos con la miseria y el fracaso.
Sergio
Sergio, es cierto que es importante una reforma educativa en tu país (y en el mío...también, pero habrá que esperar mucho tiempo en este caso), creo que nadie discute el hecho de que una educación ideologizada hacia la izquierda no ayuda al desarrollo económico de un país; pero mira el caso de España: es un país desarrollado y sin embargo, su sistema educativo deja mucho que desear. Hace unos días estuve viendo por TV parte del debate entre Rodríguez Zapatero -actual Presidente del Gobierno español- y Mariano Rajoy; en un momento, éste último le planteó el problema de la deserción escolar en España. Sí, deserción escolar.
ReplyDeleteAndrés
Yo no estoy tan de acuerdo con el argumento de la educación. El 80% lo traés desde tu casa.
ReplyDeleteLa única forma, especialmente en nuestra región, es exponer a la gente a la cruda realidad del mercado (ser productivo para vivir).
Cualquier otra cosa es garantía de generaciones de vagos buenos para nada y una minoría que los mantiene.
Andrés y Blogovido, gracias por comentar.
ReplyDeleteAndrés, admito que de España sé poco y jamás he vivido allí ni he visitado, pero ésta es la impresión que me da, al compararla con la realidad de nuestros países y también con la de otros "aparentemente" desarrollados, como Grecia y Portugal: España salió de su pobrza tercermundista en los años 60s, pero sólo su tamaño demográfico la salvaba de estar exactamente al nivel de Portugal, Grecia y, mucho más abajo, Irlanda: los pobretones en serio de Europa occidental. España era mucho más pobre que Francia e Italia y ni qué decir de Holanda, Alemania, Escandinavia, o Inglaterra, pero estaba mejorcito que los otros países que he nombrado, Grecia, Portugal, e Irlanda. La brecha se ha angostado entre España y algunos de los países más ricos de Europa, pero no me sorprende que en la España contemporánea haya enormes problemas de educación: la madre patria no se distingue por la calidad de su educación a ningún nivel; la ciencia que importa se realiza en Estados Unidos, Canadá, Japón, Inglaterra, Alemania, Corea, Francia, Italia, etc., pero no en España. España es receptora de dádivas por décadas y tiene empresas grandes como Endesa y Telefónica, pero la tecnología de esas empresas no es española. Me atrevería a decir que España no es en absoluto importante para el avance científico ni del mundo ni de Europa. Es la octava o novena economía del mundo, pero es insignificante en lo que verdaderamente cuenta. Después de todo, ES nuestra madre patria y toda ella se parece mucho a lo que ayudó a crear en las Américas. La producción científica de toda América Latina es menor que la de Italia y somos pigmeos intelectuales. Científicamente no llegamos ni a pigmeos: sencillamente no contamos para nada. Y países como Grecia y Portugal (Irlanda se escapó en los 80s) serían pobres y jodidos, igual que lo sería España, si no estuvieran en la Unión Europea. Son otros (Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, etc.) los que han arrastrado a las anclas hacia arriba. Se dice que portugueses y griegos viven mucho mejor que los Sudcoreanos, pero es en Corea donde se arman barcos y se fabrica el mayor número de televisores plasma; es Corea la que ha sido pionera en el desarrollo y uso de fibra óptica. Portugal, Grecia (y España) flotan en una marea que otros han creado y mantenido. Si estuvieran en Latinoamárica, serían igual que Argentina, Ecuador y Honduras. Es por eso que a España, Portugal, y Grecia los llamo países "aparentemente" desarrollados. Hay riqueza y la vida es mejor que nunca; pero la creación y el desarrollo vienen de otras partes. Si España participa de la Agencia Europea del Espacio y de la construcción de sistemas avanzados (fabricó uno de los submarinos que compró Chile; el otro lo fabricó Francia) es porque los que verdaderamente son responsables de esas compañías deciden, más que nada por motivos políticos, hacer a España partícipe. Es como cuando Brasil o México fabrican automóviles: entrenan mano de obra y a ingenieros y eso está muy bien. Pero Ford, Mercedes y Volkswagen siguen siendo de los países que las crearon: ni México, ni Brasil, ni España han producido nada similar en ningún rubro, no sólo en automóviles; a lo máximo salen copias malas, como los Seat y Pegaso españoles. Hasta los aviones de Embraer importan el motor y las partes electrónicas más complejas de países avanzados.
Blogovido, claro que la familia es importante, pero a veces es posible que el estado tome riendas en el asunto si existe la voluntad política de hacerlo y si la gente quiere en verdad salir del hoyo. Corea (y siempre me refiero así a Corea del Sur) era miserable al final de la guerra: dividida, bombardeada, ocupada. Los coreanos decidieron salir del pantano en el que estaban. Volcaron todos sus esfuerzos a preparar profesores que prepararían a generaciones de alumnos que son los que hoy han transformado a una sociedad agraria, pobre, atrasada y semidestruída como la coreana, en uno de los motores del planeta. No dudo que las familias coreanas pusieron el hombro para apoyar a su país, pero es indudable que el estado hizo muchas cosas bien. En Chile, el país menos estatista de América Latina, el estado y los particulares tienen la responsabilidad de mejorar sustancialmente la calidad de la educación si queremos que Chile participe verdaderamente de la economía moderna. En Chile la gente está expuesta a la realidad de que hay que ser productivo para vivir, pero nadie parece querer enfrentar la otra parte de nuestra realidad: como país chico y alejado de nuestros socios importantes, de aquellos que contribuyen sobremanera al mundo moderno y a los avances tecnológicos, lo único que nos va a salvar va a ser la excelencia productiva que se logra con una fuerza laboral de altísima preparación. Ya somos un país caro para el entorno. No somos grandes como México o Brasil como para imponer leyes que fuercen a Siemens o a Toyota a instalar una fábrica en el país si quieren acceso al mercado de más de 100 millones de personas. Estoy convencido de que ese tipo de leyes son perjudiciales para los países receptores porque crean una idea falsa de avance e industrialización y retrasan los cambios beneficiosos y necesarios en nuestras sociedades. Pero si Chile ha podido salvarse de las malas ideas de brasileros y mexicanos, la otra cara de la prosperidad chilena de los últimos 30 años es que demasiados chilenos parecen creer que vamos a llegar al desarrollo vendiendo manzanas Y NADA MAS. En Chile lo llaman "la vía escandinava al desarrollo" y convenientemente se olvidan de que Escandinavia nos da 400 vueltas en educación, en ingeniería, en desarrollo de todo tipo. En otras palabras, es cierto que los noruegos venden petróleo y los Finlandeses venden árboles; pero no es todo lo que venden. Esas sociedades están entre las mejores preparadas en el planeta. No hay comparación posible.
Me disculpo por lo largo de este comentario. Este es uno de los temas que más me importa y es quí donde me explayo.
Gracias.
Sergio