El camélido de Rubén

Yo, más fiel al estilo pitonisa, froto la bola (con perdón de la palabra).

Rubén, un indigenista de la primera hora, sacrifica llamas y se da con chicha. Pobre bicho, che. Ya lo va a agarrar PETA.

No se pierdan sus predicciones:

En un momento me pareció ver que a una señora con cartera Louis Vuitton y a un señor venido de Mendoza los sacaban a patadas, y no sin resistencia. Pero la resistencia era de poca gente, habida cuenta que se sabe que el soldado peronista responde al que le ponga cospeles. Al final, y cuando se me había acabado la chicha alcancé a ver el número 88.

Hay quienes creen que los Kirchner y su banda no se van sin incendiar al país. Puede ser.

Yo les digo dos cosas:

- Como dices Jorge Asís, Kirchner es un duro en el arte de arrugar. Como buen argento, es un experto en patear al que está en el piso. Duro muy duro con los que no se pueden defender. Pero una mantequita con los que ensayan la menor resistencia. Basta que alguien se le plante para verlo recular como el cobarde miserable que es.

- Los Kirchner y su banda no llegaron al ejecutivo nacional para construir. Lo de ellos no es arremangarse y darle al pico y a la pala. Los aburre enormemente la cotidianeidad, la saludable normalidad de la administración de un país cualquiera. Como buenos argentos, ellos están para las Grandes Cosas, la revolución permanente, las gestas nacionales, la lucha, la liberación, la recuperación de la dignidad. De la boca para afuera. Para adentro, se trata del mismo vulgar y silvestre saqueo de toda la vida.

Para todo lo anterior necesitan indefectiblemente caja. En Santa Cruz fue la renta de las regalías petroleras la que les permitió vivir muy por encima de las reales posibilidades del distrito. Cuando trasladaron el mismo esquema a nivel nacional, se financiaron con las exacciones al campo y al petróleo.

Con plata para tirar al techo, cualquiera es Gardel. El problema es serlo en situaciones de estrechez presupuestaria. Esta gente NO está acostumbrada a administrar, que es casualmente lo que van a tener que hacer cuando se les termine la caja.

Después de más de un lustro de absoluto desmanejo e improvisación, la tarea de reacomodar precios, tarifas y salarios se la van a dejar al que se haga cargo de la administración del país.