Andrés Cisneros:
El ruidoso coro de quejas de los presidentes de Venezuela y Ecuador porque tropas oficiales colombianas persiguieron y alcanzaron a un destacamento armado de las FARC hasta unos pocos kilómetros dentro de una selva ecuatoriana, apenas encubre su abierta simpatía por los insurgentes y la manifiesta imposibilidad de explicarle al mundo por qué esos grupos irregulares encuentran permanentemente refugio de hecho en territorio de esos dos países, sin que sus gobernantes muevan un dedo para impedirlo.
Me extraña que Colombia no haya apretado mucho por eso lado.
ReplyDeleteSe deben estar conteniendo para que no haya una verdadera escalada.
Yo habria llegado hasta Quito o Caracas si era necesario.
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