Hoy tuvimos un día auténticamente peronista (o pequista, la versión quebeca). Con el sol radiante, el termómetro de casa llegó a marcar 8 grados SOBRE cero. De locos, ya nos habíamos olvidado de lo que se sentía.
Se derrite la nieve y empiezan a aparecer los guantes, gorros y demás que la gente perdió en algún momento y quedaron enterrados varios meses.
Que emoción. Poné algunas fotos así se me va el blanco que tengo grabado de las que venís subiendo en los últimos meses.
ReplyDeleteEl mundo no es sólo blanco.
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