Es Kirchner quien, cuando se insinúan contradicciones a sus dictámenes, manda a decir desde sus oficinas: "No le lleven problemas a Cristina". Y es él quien, a menudo, se encarga por las noches, en la quinta presidencial de Olivos, de anular alguna medida que su esposa había autorizado durante el día en la Casa Rosada.
"Esa división matrimonial del trabajo está aceptada desde siempre: él controla todo lo que tiene que ver con dinero y ella lo institucional", explica, como si nada, alguien que convive con los Kirchner desde hace más de 20 años."
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“No es lo mismo carecer de estrategia cuando los precios subieron 10% que cuando subieron 22%. La inconsistencia matemática crece. ¿Por qué con un costo de vida de 10% anual a Moyano se le autorizó un aumento de salarios que, bien medido, fue del 22%? ¿Cómo se explica, si no es por una aceleración inflacionaria, que en una economía que crece al 8% la recaudación fiscal aumente, año a año, más del 40%?”
ReplyDeletePero esta vez seguro que sale bien™.
Se debe rascar mucho ella, porque las instituciones, casi no existen.
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