Qué cosa, lo digo yo por acá y nadie me lleva el apunte ni por casualidad, lo dice Marianito haciéndose el fino y lo llevan en andas como a Elsa Bor de Lencuentro:
Lo que no puede hacerse es pretender los beneficios del zorro sin asumir los riesgos de los que huye el puercoespín. Las oleadas de la expansión capitalista, una de las cuales hemos tenido y enfrenta ahora el peligro de la recesión, conllevan tarde o temprano el riesgo del recalentamiento. Es que todo gran progreso implica tarde o temprano un regreso, aunque sea menor. Era utópico pretender una progresión indefinida, sin sobresaltos, porque el capitalismo, como toda creación humana, es imperfecto. Países como los Estados Unidos, China, Chile o Brasil, después de aprovechar los buenos tiempos, sufrirán por un tiempo la contraola. Ninguno de los países que se benefició con la expansión debería renunciar ahora a ella por temor a la contraola y arrollarse, llevados por el pánico, en la bolita del puercoespín.
Grondona generalmente me molesta debido a su indefinición constante, al vaivén que coquetea entre la crítica y el arrastrarse, aunque siempre aprecio las introducciones eruditas a sus artículos. Por el enlace me fui al de Tomás Eloy Martínez, a quien no le he leído nada ni sé su posición política. Muy interesante, aunque nada nuevo. Lo mejor, como siempre, fueron los comentarios de los lectores de LN. Varios lo odian por osar hablar de Argentina sin vivir en ella y por ser un lacayo del imperialismo, ya que el hombre radica en Nueva Jersey. Es algo muy nuestro de los latinoamericanos el detestar (y envidiar) a quien vive afuera y obviamente mejor. Me ha tocado ser blanco de quejas e insultos de muchos de mis compatriotas (lo mismo con mi mujer mexicana y sus ncompatriotas) por atreverme a decir algo con respecto a lo que ocurre en Chile como para creer que es un fenómeno meramente argentino.
ReplyDeleteSergio
Marianito es un auténtico eructito, Sergio.
ReplyDelete¡Epa! ¡Luis, aquí el eructito soy yo!
ReplyDeleteSergio