Agustín Monteverde sobre la gran tragedia de ser productivo en un país prebendario.
Insisto, nos parece lo más normal del mundo que el estado aplique confiscaciones al único sector auténticamente competitivo a nivel internacional para financiar gigantescas transferencias a "industriales" que no pueden competir ni con Brasil:
A la cultura prebendaria se añade una cosmovisión autoritaria, que concede a los Kirchner, a los Fernández, a los De Vido y a los Moreno, derecho y capacidad para decidir cuáles son los niveles de rentabilidad «adecuados» o « tolerables» y quiénes merecen ganar más y quiénes menos. ¿Somos acaso dueños del producto de nuestro trabajo si desde un despacho oficial pueden fijar el valor al que debemos transferirlo? En ese marco, el hombre pasa a trabajar bajo un régimen de concesión y deja de actuar como legítimo propietario con pleno ejercicio de la libertad de comerciar.
El núbil ministro ha hecho, pues, sus deberes: la dura labor de los chacareros asegurará que príncipes y cortesanos continúen viviendo sin atribulaciones de la mágica caja política.
En cuanto a tragedias, yo puedo aportar mi experiencia: mi flia paterna siempre fue de entrepreneurs y colonos, de hecho mi bisabuelo se instaló en una provincia de las pobres, y se dedicó a hacer empresa como era antes, probando cosas nuevas, pensando en lo que la argentina iba a resultar, etc. la flia siempre tuvo una visión de progreso, de empujar a todos los que colaboraran para que se capacitaran y crecieran, era una visión tipo generacion del 80. Todo muy pintoresco, para que se imaginen, mi viejo hablaba frances en la casa de la familia y guaraní con los empleados (todavía habla perfecto guaraní) y no aprendió a hablar en castellano hasta que fue al colegio en Buenos aires. Practicamente a nadie le interesó subirse a ese carro, y los sucesivos gobiernos populistas les dieron palos de todos colores. En un punto, hasta le expropiaron un campo porque no le permitieron al bueno de Juancito Duarte usarlo como ruta de contrabando a Paraguay. Siempre fueron un zapato en la piedra del peronismo, porque en una provincia pobre tratar de que la gente piense o de que las cosas cambien es un pecado mortal. Habian llegaron a ser toda una potencia, pero toda la mierda de que el que progresa siempre es el malo de la película junto con las trabas concretas finalmente tuvo su costo y los fue acabando uno por uno. Yo tengo varios tios que estan totalmente chapita y que viven entre las ruinas de campos que fueron los primeros en hacer infinidad de cosas. Y aunque mi viejo no se derrumbó, todo lo que veo es mierda, es vivir contra un sistema que te odia por tratar de hacer cosas bien, y convence a la gente de que tambien te odie. Personalmente, no le veo felicidad a eso, y familiarmente, ya es depresión crónica. Lo peor es que ese tipo de historia es tan definidor de quien uno es que tampoco tiene mucha posibilidad de cambiar y convertirse en otra cosa. Yo creo que si, para muchisima gente que tuvo grandes proyectos para este pais lo unico que consiguieron fue convertirse en personajes tragicos y sombrios.
ReplyDeleteTremendo, anónimo, no sabés cuánto te entiendo.
ReplyDeleteSobre el post, todos los destrozos, todas las injusticias, siempre están sostenidas, en el plano del "debate" de ideas, por el modelo productivo, por la idea de que sino protegemos a la industria, sólo vamos a exportar materias primas y vamos a tener 50% de desempleo.
La discusión nunca pasa más allá de ese punto, y el 99% de la población cree eso.