Dos historias: Celeste L. y Megan Kanka. Una misma paranoia.
Celeste L. es una amiga tucumana que un día me contó una historia que me quedó grabada para siempre. Celeste tenía cuatro años cuando una mañana desapareció por unos minutos mientras daba vueltas en su triciclo. Ella no se acuerda los detalles, sólo los gritos de su madre y el enojo de Pancho, el vecino, mientras golpeaba a este sujeto de cara borrosa en su memoria. Por suerte el pervertido que la había tentado con caramelos fue descubierto por Pancho a tiempo. Me quedó para siempre grabada la historia. Qué clase de persona puede abusar de una criatura?
Megan no tuvo la misma suerte. Tenía 7 años aquella tarde de julio del 94 cuando aceptó una invitación de su vecino, Jesse Timmendequas, quién quería mostrarle su nueva mascota. Jesse asesinó a Megan luego de violarla y tiró su cuerpo en un parque en la ciudad en la que ambos vivían: Hamilton Township, New Jersey. Cuando la madre de Megan comenzó a preocuparse por la ausencia de la pequeña y acudió a los vecinos para que la ayuden con la búsqueda, Jesse se ofreció a hacer los volantes para empapelar el barrio con la foto de la nena que acababa de matar. La policía detuvo a Jesse y los otros dos ocupantes de la vivienda ubicada al frente de la casa de Megan luego de verificar que los tres tenían antecedentes criminales relacionados con pedofilia. Jesse confesó el crimen a las autoridades antes que transcurrieron 24 horas del hecho. Los vecinos, que sabían que Jesse había tenido "problemas con la ley", pero ignoraban las dos sentencias por delitos relacionados con pedofilia, estaban furiosos de saber del peligro que significó tener a estos tres sujetos en el barrio.
Los padres de Megan sostuvieron que el crimen jamás habría ocurrido de haber ellos sabido de la presencia de estos individuos en el barrio. Con esta premisa -que todo padre tiene derecho a saber cuando un pervertido se muda al barrio- comenzaron una campaña para que el gobierno promulgue una ley creando un registro de las personas condenadas por un crímen relacionado con violencia sexual. Muchos estados promulgaron leyes similares, California entre ellos.
La paranoia que nació con la historia de Celeste, sumado a la legislación vigente y las herramientas de la tecnología, hoy me permiten hacer un recorrido del barrio en el que juegan mis hijos.
Uno entra al sitio de la web, acepta los términos y condiciones, y pum... search by Zip Code:
El punto azul significa: stop, pervertido a la vista. Clic allí:
Cuál es el crimen que cometió?
Mmmm... not good, violador. Veamos donde vive:
Gracias Google Maps Street View.
El análisis sobre las bondades y los peligros que conlleva un sistema de esta naturaleza... otro día.
Por el momento:
"Péndex, no te quiero ver cerca de esta casa, OK?"
¿Alguna vez lo viste al güero?
ReplyDeleteNo tuve el honor.
ReplyDeleteHace poco creo que una pareja denuncio al google streets por "fotografiar" su casa, cuando ellos la habían comprado en ese lugar porque precisamente no querían que todos la vieran.
ReplyDeleteEsto de los violadores, y la comunidad, lo he visto en películas y series. Ahora recuerdo un capítulo de CSI Miami donde empapelaron todo el town con afiches del perverso.
Capaz que la única solución sea castrarlos, porque si están tan enfermos el peligro sigue latente, por más afiches y publicidad que se haga del mismo.
ReplyDeletehoy hablando sobre el tema con mi mujer, los dos concluimos que no hay otra solucion, death penalty. suena muy duro, pero cuando tenes hijos lo ves de otro modo.
ReplyDeleteMcMannus