Ayúdenme a entender.
Después de 50 años de una de las dictaduras más nefastas, el gobierno de Cuba graciosamente anuncia que los ciudadanos de ese país podrán comprar reproductores de DVD, televisores, celulares y computadoras, mandar cartas al director del único diario del país y hospedarse en los hoteles de la isla.
Y la progresía internacional, la misma que condena enérgicamente a EEUU si Bush eructa después del aperitivo, queda enternecida, con los ojos húmedos de la emoción.
¿En qué quedamos? ¿Hace falta haber sido un reverendo miserable toda la vida para que te reconozcan alguna virtud?
Peor aun Louis, una virtud que es ni más ni menos que aceptar que todo lo que hiciste antes es una hijodeputada, hijodeputada por la cual te apoyan los llorosos en cuestión. Es como emocionarte ante la nobleza del austriaco pervertido por haber ayudado a parir a la hija en el sotano. Un sindrome de Estocolmo global? Incoherencia para el Guinness, seguro.
ReplyDeleteNo se puede creer, en serio.
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