He estado desconectado de los blogs. Visité ayer en la noche, pero no tuve tiempo de escribir nada. Esta noticia es absolutamente nueva para mí. Nunca tuve el más mínimo indicio de que Allende hubiese efectuado algo así. Pero no se sientan mal: si lo intentan en Argentina, de seguro funciona, y la maquinita la van a fabricar en Córdoba City.
Ahora en serio, vale aquí también un comentario a raíz de otro post con respecto a Chile: las cosas no están tan mal ni tan bien. Aunque no vivo allá, me parece un tanto agorero creer que el país se va a hundir porque ésta o aquella política no se ha aplicado. Lo que sí puede pasar es que no prospere más y poco a poco se vaya rezagando para recuperar su posición de mediocre latinoamericano en la que se sintió tan cómodo por casi un siglo, desde el final de la Guerra Civil de 1891 cuando el bando equivocado ganó y Chile perdió una oportunidad dorada de ser algo mejor y diferente. Pienso que mi país aún tiene esa oportunidad. Se despilfarró un siglo, pero tres décadas han significado gran progreso. Mientras existan voces críticas que tienen responsabilidad e influencia en las decisiones que se toman en Chile, pienso que iremos por buen camino. Quiero ver verdaderos cambios en las políticas educativas y de inversión a largo plazo, cosa de explotar los nichos en los que nos podemos destacar. Me preocupa que este gobierno está más interesado en el voto fácil que en la decisión a largo plazo; además, siempre la Concertación ha tenido demasiados zurdos que hacen las cosas bien sólo a la rastra y a patadas, de mala gana, y apenas pueden quiebran los platos.
Lo de Allende está bien para el museo donde se encuentra. Lo de la
Concertación gobernante, espero sinceramente y por el bien de mi país, que sea su último capítulo en la historia política de Chile. Pero si no lo es, espero tembién que esté a la altura del reto (junto con la derecha, que sigue siendo cagona y antropófaga) y haga lo que es necesario hacer, aunque no sea lo expediente o lo popular, para que el flaco país pueda ser, y sentirse, parte del mundo moderno y desarrollado. No va a ocurrir para el bicentenario, pero es posible fijar esperanzas para el bicentenario del fin de las Guerras de Independencia, 2018.
Un saludo a todos ustedes y gracias por invitarme a opinar.
Sergio
Sergio, antes que nada gracias por tu comentario. Ahora, respecto a Chile, como argentino y latinoamericano deseo que de una buena vez el país trasandino entre al Primer Mundo, si bien faltan hacer algunos deberes para ello. Y sobre el hecho de que pueda quedar cada vez más atrás, a mi entender y sin ser especialista en la política de Chile, depende de lo que suceda el año que viene (las elecciones presidenciales). Pero a mi entender no creo que los políticos chilenos arrojen por la borda todo lo hecho en estos últimos treinta años.
ReplyDeleteSegún tengo entendido, por ahora, Sebastián Piñera va primero en las encuestas para las elecciones presidenciales de 2009. Espero que sea así, porque Chile necesita una alternancia en el gobierno. Y en mi opinión, el hecho de que se dé esa eventual transición puede acelerar la ejecución de reformas pendientes para llevar a Chile a los umbrales del desarrollo.
Andrés
Gracias, Andrés, por tu opinión y tus buenos deseos para mi país.
ReplyDeleteCon respecto a Piñera, nunca me ha gustado, pero por el bien de Chile espero que sea el único candidato de la derecha y que ojalá gane. No parece tener malas ideas y ha demostrado ser exitoso en la administración de personas y negocios, así como en el quid-pro-quo del mundo político. Espero que la derecha no empiece de nuevo con sus ataques de antropofagia (que Piñera incentivó la vez pasada, contra Lavín) y que el votante chileno actúe de forma madura y consecuente con los mejores intereses del país. Sé que espero harto (leer a Kant tiene secuelas); pero sé que no es imposible.
En cuanto al desarrollo, a falta de una Unión Europea que nos pague la carrera, como ocurrió con España, vamos a tener que rascarnos con nuestras propias uñas. Si Chile no identifica las áreas en las cuales se puede destacar mundialmente para redireccionar la economía hacia las industrias de nichos, va a sufrir en la competencia con países productores de bienes primarios, como minerales, fruta, y madera. Si hace 30 años el país no producía ni un salmón y hoy es el primer o segundo productor mundial, es gracias a la visión de gente que supo lo que hacer cuando era necesario. Pero esto ya no basta. Sin una buena educación para elevar dramáticamente la productividad de los chilenos, ni el buen precio del cobre ni altísimas exportaciones de madera y fruta van a llevarnos al desarrollo. Pienso que lo escrito es válido para toda Latinoamérica.
Sergio