A ver si les pica el amor propio a los Caínes que los peruanos (sí, esos a los que los chilenos menospreciamos en casi todos los ámbitos) empiecen a brillar más.
Le hizo daño a Chile ganar por tanto tiempo mirando hacia atrás y (usando una analogía futbolística) pensar que sólo había que presentarse a la cancha para triunfar. Le ha hecho daño que el vecindario sea tan mediocre que no era necesario esforzarse mucho para ser puntero. Ahora uno que no daba ni luces de competir hace cinco años se roba los titulares. Cierto que está lejos de los niveles socioeconómicos chilenos, pero es bueno saber que no somos los únicos giles haciendo las cosas bien. Ahora hay que trabajar efectivamente para que el país se desarrolle pronto. Es fundamental que la Concertación se termine y una Derecha responsable y sobria (no la antropófaga de la que siempre me quejo) gane las próximas elecciones.
El talón de Aquiles de este boom peruano es que depende del gobierno de turno y éste ya no es popular. Cuando haya cambio de mando y el que venga, contra viento y marea resista la tentación populista tan latinoamericana, tan nuestra, tan estúpida como atractiva, y siga adelante con las transformaciones del estado y la sociedad peruanos de prebendarios e ineficientes a globalizados e individualistas, entonces Perú habrá dado vuelta una página muy importante de su historia. Les deseo suerte.
Sergio
En cierta medida, y muy a la peruana, existe cierta continuidad. Toledo mantuvo mucho de lo positivo en materia económica que hizo Fijumori y García ahora sigue y profundiza en la misma línea.
ReplyDeleteComo siempre en Latinoamérica, lo bueno pende de un hilo.
ReplyDeleteBien dicho Sergio, la prueba de fuego es cuánto mantiene el gobierno opositor que le suceda al reformador.