Jun 25, 2008

Inflación

Creo que todo el mundo está al tanto de la situación en Zimbabwe.

Más allá del horror en lo político, la inflación llegó al 2.500.000% anual (dos millones y medio por ciento).

Steve Hanke tiene tres recomendaciones para terminar con el flagelo y estabilizar la economía.

De nuevo, aplican perfectamente a Argentina:

Any one of three options can rapidly slash the inflation rate and restore stability and growth to the Zimbabwean economy. First is "dollarization." This option would replace the discredited Zimbabwe dollar with a foreign currency, such as the U.S. dollar or the South African rand. Second is a currency board. Under that system, the Zimbabwe dollar would be credible because it would be fully backed by a foreign reserve currency and would be freely convertible into the reserve currency at a fixed rate on demand. Third is free banking. This option would allow commercial banks to issue their own private notes and other liabilities with minimum government regulation.

13 comments:

  1. No tengo la más pálida idea de lo que piensan los zimbaweños ni como son, pero igualmente yo desistiría de crear una currency board. Porque eso le da a la población (los devaluadores mejor dicho) la idea de que todavía tienen moneda propia y la pueden modificar.

    Eso fue el error de menem, de dejar que siguiéramos teniendo el peso para que después los infelices de siempre saltaran con "un peso nunca podía valer un dólar". En zimbawe va a pasar lo mismo, porque es preferible devaluar la moneda a tener una fuerte pero con alta competición.

    En zimbawe como nosotros hace bastante tienen que blanquear la situación verdadera, que todos se manejan con dólares. Una vez hecho eso, la idea de devaluar se convierte en imposible salvo que la burocracia se empecine en una catástrofe.

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  2. Comparto, Iván. Creo que no dolarizar fue uno de los mayores errores de Menem.

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  3. Se hubiese desdolarizado en lugar de devaluar. Se ve que la inflación controlada no era una prioridad para los argentinos, de otro modo no tendríamos el gobierno que votamos y tenemos hoy.

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  4. No pasa nada, Ramiro, un poco de inflación es un precio muy bajo para recuperar la Dignidad.

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  5. Si se hubiera dolarizado se les terminaba el curro de la inflación.

    Andá a decirles a los empleados estatales que cobran X dólares que ahora van a cobrar pesos.

    O a los empleados en general.

    La devaluación de la moneda es el refugio de los populistas.

    Con la dolarización la Argentina tendría que haber enfrentado sus creencias ridículas y robarle a los pobres sería mucho, mucho más difícil.

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  6. No sé cómo fue la historia, pero cavallo estaban en contra de la dolarización. Pero después menem hizo campaña por la misma, y la tenía como bandera.

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  7. Casi se hace. Pedro Pou, el presidente del BCRA, estaba a favor.

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  8. Menem decidió dolarizar cuando ya estaba en picada su imagen. De todos modos, muchachos, si la hacían, lo mismo la borraban por decreto luego. La economía estuvo virtualmente dolarizada por muchos años. Hasta que dejó de estarlo, como todos sabemos.

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  9. Que facil es ser neoliberal!!!

    Pelás la recetita y listo!!! Porque no sugieren que vaya el mingo?


    Pobre Zimbabwe, están camino a la Argentina...

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  10. Anónimo, a juzgar por los resultados, es mucho más fácil ser neopopulista.

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  11. Ramiro, la papa de la dolarización es que devaluar al peso es facilísimo y le echás la culpa a los "especuladores", vienen políticos "nuevos" y se le echa la culpa a los anteriores por corruptos.

    Imaginemos a una Argentina dolarizada en 2001. La crisis venía de todas formas porque los ingresos del estado no alcanzaban para pagar sueldos, jubilaciones e intereses de la deuda y los políticos no estaban dispuestos a bajar el gasto público para que los ingresos fuesen suficientes. Por esa razón hubo una corrida bancaria ante el temor a lo que efectivamente ocurrió, devaluación y pesificación, esto es, confiscación para salvar al estado, a políticos, amigos e "industria nacional".

    Lo que sí hubiese sido diferente habría sido la resolución de la crisis. El gobierno hubiese podido confiscar de igual forma los depósitos, aunque de una forma mucho más cruda. No habría habido excusa para reducirles la deuda a los grupos empresarios amigos del gobierno ni a las provincias con la nación y se habría hecho mucho mucho más difícil decirle a empleados y jubilados que en lugar de cobrar los billetitos verdes, se iban a tener que comer los nuevos con la cara de Duhalde.

    La propia resistencia de la gente común a cobrar en otra cosa que no fueren dólares (o quemamos todo) habría quizás forzado a los políticos a tomar la decisión de reformar el estado (o la situación se hubiese llevado puestas a manadas de políticos hasta que apareciesen los que aceptaren que la única salida es la baja del gasto público).

    El peso es la válvula de escape del populismo, todos los desajustes, que siempre pasan por un gasto público mayor a los ingresos y a los políticos que no quieren asumir el costo político de poner y cobrar impuestos como para financiarlo.

    No puedo estar seguro de que la dolarización hubiese conducido a los efectos que detallo arriba, pero no habría sido tan fácil para Duhalde & Co.

    Quizás se hubiese pagado el sueldo de los empleados públicos parcialmente en dólares y en bonos o algo parecido. Eso ya habría representado una baja del gasto público y una salida.

    Lo que no creo que se hubiese podido evitar es el default.

    Escudé busca la explicación en la bicicleta financiera y otros mecanismos de incremento trucho de deuda pública pero es 100 veces más significativo lo que hacen con el peso.

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  12. Blogovido, En un escenario como el que describes, mientras derogaban la dolarización, hubieran emitido una moneda de segunda clase. Era eso exactamente lo que proponía Rodríguez Saa con el “argentino”. Un bono provincial emitido por el gobierno federal.

    En ese momento me parecía una muy mala idea, pero a la luz de lo que vino después hubiera sido preferible.

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  13. Exacto, el argentino para pagarles a los empleados públicos.

    Pero, más allá del argentino, con el default patriótico ya en marcha, los políticos pudieron zafar del "que se vayan todos" con la devaluación que fue posible gracias al peso.

    La dolarización la podés derogar en papel, pero imaginate a la gente sacando billetes argentinos en lugar de los verdes de los cajeros automáticos.

    No digo que la pesificación hubiese sido imposible, pero sí que hubiese sido 10 veces más difícil.

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