Perdón, entre nos, ¿por qué llama tanto la atención la intransigencia de Kirchner ante el aumento de los impuestos al comercio exterior?
No me canso de decirlo, para la cultura política argentina es preferible que se rompa a que se doble, como decían los radicales. Entre los argentos de ley, la confrontación goza de mucho mayor prestigio que la negociación.
El “compromise”, como se dice en inglés (que, baidewei, constituye la base de todo sistema político funcional) es una herejía. El verdadero macho cabrio argentino de pelo en pecho no retrocede un tranco de pollo. Y si en el proceso se le incendia la tapera, no importa. Tomará mate cocido con pan duro a la intemperie.
La expresión "Se rompe pero no se dobla" en política es una enorme gansada.
ReplyDeleteEn la Argentina no se cree en otra cosa que en el liderazgo autoritario, por eso la república nunca calza.
ReplyDeleteduro en el arte de arrugar.
ReplyDeletecada vez más duro
y cada vez más le cuesta a la argentina
pero al final
al final arruga