Aug 12, 2008
La máxima del populismo
El ministro del Interior, Florencio Randazzo no podía haber expresado con más claridad la máxima populista que el rebaño argentino cree ciegamente:
"Me parece que los empresarios en la Argentina tienen que tener mayor responsabilidad, porque todos sabemos que el Gobierno no es solamente el responsable de algunos incrementos de precios, de los que sí tienen una enorme responsabilidad los empresarios"
Para el argentino medio, nunca mejor representado que por este gobierno, los precios suben porque los empresarios son malos, y es responsabilidad del gobierno que no suban. Poco tienen que ver las devaluaciones, la inseguridad jurídica y su consecuente la falta de inversión, la protección arancelaria, la falta de competencia, etc, etc. Existe una ganancia "justa" (la de los demás, la nuestra es siempre injusta).
Y lo peor de todo es que hay algo de verdad en el discurso populista del bueno de Florencio. Claro que no es la que él cree. Los "empresarios", de hecho, suben los precios más allá de lo que podrían, y esto se debe a que cuentan con protecciones arancelarias, cambiarias y para-arancelarias que impiden la competencia que les impediría obtener "ganancias extaordinarias". Y no sólo eso, las infinitas regulaciones y los impuestos imposibles de pagar hacen que pasar de pequeño a gran empresario sea en extremo difícil, y que suela requerir el favor de uno o varios funcionarios, lo que también hace que los que ganen sean siempre los mismos.
El sistema genera anticuerpos que hacen muy difícil la nueva competencia y la búsqueda de la eficiencia.
La jefa de Florencio, la elocuente y brillante Kristina presidenta de los argentinos nos elabora el concepto:
"Algunos no creen en el Estado, sino que creen en el mercado", sostuvo, y agregó que "nosotros creemos en la injerencia del Estado para regular muchas veces a mercados que son oligopolios y monopólicos y que se abusan de las condiciones preponderantes que tienen en el mercado e incrementan los precios".
Muy bien, Kristina, eliminemos los monopolios y oligopolios de los canillitas, de los locutores, de los fabricantes de calzado, autopartes, neumáticos y automóviles, de las líneas aéreas de bandera, y de tantos, tantos otros.
Tanto quieren que los precios no suban, o que bajen, tienen la solución al alcance de la resolución o el decreto de su preferencia... bueno, en realidad no es el de preferencia, pero sí al alcance de la mano.
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Excelente. Ni Hazlitt lo hubiera dicho más claro.
ReplyDeleteEn el fondo, la Argentina es justamente eso. Les encanta vivir así.
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