Estado de un baño público en Argentina (la culpa es de Bush)
Un amigo de toda la vida me invitó a tomar un trago en Tucumán para expresarme de frente y march su sentir y pensar acerca de las opiniones vertidas en este blog. El joven estaba bastante ofuscado por la supuesta parcialidad con la que se tratan temas en este espacio. Luego de un breve intercambio de posiciones me largó lo que creyó sería una lapidaria sentencia: "tus intervenciones en ese blog revelan que vos no sos feliz." Aparentemente, soy una persona que está muy enojada con la vida y por ello hago tiempo cada vez que puedo para desbocarme en contra de todo lo que sea argentino. Yendo ya a terrenos más profundos, el "Gordo" Giorno, así el nombre de este amigo, me hizo saber que en realidad mi encono contra todo lo argentino es una manifestación de un problema más profundo: el problema básicamente es que me siento discriminado en Estados Unidos por ser latino, y como mecanismo de defensa, pretendo en este espacio ser más yanqui que los yanquis para así probar a mis pares de la mejor América que pertenezco al grupo anglosajón que se empeña en marginarme.
El Gordo no es psicólogo, pero deberían darle un título honorario. A mí no me da el marote para semejantes abstracciones mentales. Mi explicación de mi "enojo" con la Argentina es bastante mundana y menos sofisticada.
En el 94 conocí a quién sería luego mi esposa. Ella, californiana, estaba de visita en Tucumán. Así comenzamos una relación que luego continuaría por cartas (para el lector jóven: las cartas son un instrumento parecido a los emails, pero en lugar de usar un teclado, son típicamente confeccionadas a puño y letra, y en lugar de apretar "send", se usa estampillas y un sistema de correos por el cual las comunicaciones pasan de mano en mano desde origen hasta el destino final... raro, no?) y esporádicas visitas. Cuando ambos terminamos nuestras respectivas carreras llegó el momento de tomar la gran decisión. Ella ofreció mudarse a Buenos Aires, su madre es argentina y la adaptación no sería tan difícil como lo sería para mí, razonaba ella. Además, ella habla el español mejor que yo y yo no sabía ni decir "hola" en inglés en ese momento. Su propuesta estuvo en el aire una fracción de segundo. Ni loco, le dije.
Esto no fue siempre así. Cuando Gardel entretenía a los porteños en los bailongos, la ruta USA-ARG no habría sido descabellada. En menos de 70 años los argentinos destruímos el país. Y la llama de la destrucción sigue latente en nuestros corazones. En mi paso por Argentina tuve que escuchar nuevamente reproches porque el país donde hoy vivo está estudiando como quitarles el agua a los argentinos. Tanto resentimiento está afectando nuestras pocas neuronas, y así se explica que ponemos el grito en el cielo por el agua del mañana, ignorando el verdadero robo del que somos víctimas en el presente, ese que se ve en las colas en las embajadas extranjeras que reparten visas a los argentinos más capacitados, esos que podrían ser la solución del mañana. El robo beneficia a otros, pero es perpetrado por nosotros mismos. Sólo falta de neuronas puede explicar nuestra obsesión con los problemas del mundo en el que no figuramos, mientras nuestros propios problemas carcomen las instituciones que podrían haber convertido a nuestro país en Australia o Canadá, y que golpeadas como hoy están nos ubican entre Guatemala y El Salvador. Nosotros somos los responsables de esta situación. Nosotros somos los culpables de nuestra realidad. La luz de la esperanza va a llegar el día que nuestra avezada mirada crítica se aparte de Bush por un momento y caiga sobre nosotros mismos.
Mi enojo es producto de esa mirada autocrítica, y mi enojo se potencializa cuando llega la hora del abrazo de despedida a mis seres queridos. Claro que tengo bronca. Bronca al saber que de habernos mudado a Argentina, debería haberme ido directo al Borda. Pero este enojo no es necesariamente malo para la salud, Gordo. Algo positivo puede salir del enojo. El día que nos demos cuenta que hicimos todo mal por tanto tiempo, va a nacer la esperanza de que algún día vamos a comenzar a hacer las cosas bien. Así como destruímos un país en menos de un siglo, podríamos levantarlo en un par de lustros.
Mientras tanto, puteo y puteo. Porque se me canta. Y es terapia barata, vistes?
P.D.: saludos al gordo, que es un lector fanático del blog.
¡Muy bueno!
ReplyDeleteSí, el día que nos avivemos de que los únicos culpables somos los argentinos, el problema es que ese día se viene demorando décadas.
Ya no sé qué catástrofe es necasaria para hacerlo llegar.
De todos las fallas de lo que podríamos llamar el "caracter argentino", la peor es la soberbia que nos ciega a nuestros propios errores y nos impide cambiar.
Muy bueno, Ramiro. Los Gordos son legión.
ReplyDeleteYo personalmente temo que ese día no llegue nunca. En el fondo, pero bien en el fondo, al argentino promedio le encanta vivir así. Se trata de la cultura del "cuanto peor, mejor. Eternos enamorados del fracaso, al que curiosamente consideran el verdadero éxito.
Ramiro, yo creo que tenes veneno encima, pero no creo que te sientas raciado alla en USA. Te sentis estafado aca en AR y todavia le tenes mucho cariño al pais, por eso te jode. Vos querrias haber vivido en la dirección positiva yanqui pero acá. No sos el único, no te preocupes.
ReplyDeleteLo único que te liberaría es lograr detestar honestamente 100% a la Argentina y no podes. Así es la vida.
De paso, suscribo al sentimiento.
ReplyDeleteBureaucrash sobre la inmigración. Es muy interesante. A los pueblos atrasados los atrae lo que no están dispuestos a implementar. Así nos va.
ReplyDeleteFinally, they ask the right question!
President Vicente Fox paused for a long moment before answering a question on how long it would take Mexico to reach a stage where citizens no longer want to cross the U.S. border to seek work.
Well, they finally asked the right question, but his answer was bullshit.
"Generations," he finally said.
That's kind of odd, China's living standard seems to be rising pretty damned fast ($100 per capita per year, according to some estimates). It's not taking THEM generations.
Mexican experts say that the rival immigration reform bills now being debated in the United States will have limited effect as long as income disparity remains as deep as it is now.
Well no shit!
Said Jorge Chabat, of Mexico City's Center for Economic Investigation and Teaching (CIDE): "There are two ways to tackle the migration problem: improve the (Mexican) economy or introduce a more flexible (U.S.) border policy, more toward an open border."
Hmm, that's an idea, let's improve the economy, and maybe everybody won't leave! After all, why spend three days wandering the desert to get a job, when you could make the same money at home! Believe it or not, Mexico is the third largest oil producer on earth, but they don't seem to be enjoying anything near the prosperity of the other big producers right now. Why is that, I wonder? Oh yeah, Petróleos Mexicanos is state-owned! This company is the largest oil and gas exploration firm in the Western Hemisphere, but Mexico isn't rolling in cash? Perhaps privatization is in order, eh?
Primera vez que comento en el blog, pero se daran cuenta por el IP que los sigo desde hace tiempo.
ReplyDeleteRamiro, no puedo coincidir mas con vos. El ultimo parrafo me hizo lagrimear.
Me mude a USA en el 2000 para hacer un master y me quede a hacer un doctorado. Tesis? Sobre Argentina, y como el riesgo politico provoca que Argentina sea un pais paria. Muchas veces me pregunto: para que joraca leo los diarios de Argentina? No creo que el pais tenga remedio ... pero tengo a mis seres queridos alla, y buena parte de mi vida vivida alla.
Es duro admitir que hay muchisimos "Gordos" que no quieren ver que los males de la Argentina lo provocan los argentinos. Pero estamos hablando que la sociedad (en general, y no me gusta generalizar, perdon) es pre-adolecente. Espero que me equivoque, que nos equivoquemos los que coincidimos con vos, Ramiro, y que cambie para bien. Saludos/Pedro
Cualquier cambio racional que se pretenda hacer va a tener que ser contra la voluntad de la abrumadora mayoría.
ReplyDeleteY eso hace muy difícil cualquier cambio.
creo que el ultimo comentario de blogo es muy acertado.
ReplyDeleteramiro, vos sabes que en argentina los que pensamos como nosotros somos minoria e inmediatamente categorizados de cualquier forma. yo ya me canse de estos planteos, inmediatamente digo que si, que tienen toda la razon. habra dos o tres a los que vale la pena explicarles, el resto es feliz siendo un buen argento.
Yo creo que es peor que eso, es bipolar, la mayoría encima dice que no está feliz y se la pasa puteando. Si fueran felices no sería tan lamentable.
ReplyDeleteCreo que lo que nos reune a todos es el asombro ante las idioteces que se dicen y se hacen una vez tras otra.
ReplyDeleteLa Argentina debe ser el único país, o el más evidente, que se tropieza un millón de veces con la misma piedra.
Estimado Ramiro, lo que vos planteas lo plantean muchos de mi generación (nací en e 52) que se fueron. Por supuesto que tienen razón. Yo no me fuí, sigo acá y puteo contra lo mismo que puteás vos, pero por otro lado soy feliz acá, una cosa no inmplica la otra. Por un lado me siento ciudadano del mundo, aunque se que no lo soy verdaderamente, por el otro a reconozco lo horrible del pensamiento mayoritario. No se si el país en algún momento encontará la senda del desarrollo, se que es dificil, que el pensamiento libertario es casi un sacrilegio entre tanto progresismo estúpido. Pero todo no está perdido todavía ...De todos modos nadie, exactamente nadie puede decidir por vos lo que te conviene.
ReplyDeleteUn fuerte abrazo
Ramiro, la próxima vez que visites Tuculandia enviame un e mail, para que nos encontremos y nos demos la razón entre dos chiflados que defienden los Estados Unidos, el capitalismo, la empresa privada, la libertad de intercambios y -algo que se ha perdido por completo en Argentina- la tolerancia y la diversidad de oferta ideológica. Una visita a las librerías argentinas da ganas de llorar. Casi todo el espacio está ocupado por las nubes de metano progre.
ReplyDeleteMiguel, por favor no uses esa palabra, "desarrollo".
ReplyDeleteEs horrible, está embadurnada de estatismo y corporativismo.
Progreso es otra cosa.
Lo más lindo de participar de este blog es el lujo de intercambiar ideas con un grupo de comentaristas de gran calibre.
ReplyDeleteClaro, Miguel, es posible ser feliz en cualquier parte. Y no todo está perdido. A educar se dijo!
Julio: he cometido el error de dejar poco tiempo para Tucumán en este viaje (una semana). La próxima vez rectificaré eso y nos hacemos un señor café de renegaus.
La verdad que Tucuman es una provincia para tenerle cariño. Que empanadas, y que sanguches de milanesa. Y los tamales hechos con charque. Ah, cuanto daría por un buen chivo hecho al horno, bue, dejemoslo ahi.
ReplyDeleteJa!
ReplyDeleteCapo Max ;)