Miren que se los advirtieron más de una vez.
Argentina es un país de adultos de jardín de infantes. Parece mentira, pero recién ahora millones de argentinos se están dando cuenta de que lo barato sale caro. Que sencillamente no es posible tener servicios de primer mundo con costos del tercero. Que no es posible vivir como en Canadá produciendo como en Bolivia.
Aún antes de la devaluación de enero de 2002, el boleto mínimo de los ferrocarriles de Buenos Aires era equivalente a menos de 70 centavos de dólar. En la actualidad no llega a 30. Se trata de un precio tan ridículamente bajo que seguramente a las empresas concesionarias les resultaría más barato eliminar el costo de recaudarlo y vivir sólo de los subsidios estatales. ¿Alguien honestamente puede creer que con esas tarifas es posible acceder a un servicio remotamente parecido al de alguna ciudad del primer mundo, en donde un pasaje cuesta 5 o 6 veces más?
Se agota la fantasía devaluatoria, aquello de que las devaluaciones no se llevan a cabo para hacer que una sociedad sea más pobre. Acá tienen los resultados.
Yo hablaba de eso con un compañero de mi trabajo. Le decía que con esa tarifa era difícil dar un servicio como el que piden. Él decía que la gente no puede pagar más. Pero los trenes no andan con solidaridad y buena onda, andan con electricidad o gasoil, y eso sale plata. Además los asientos y vidrios no los rompe el neoliberalismo, alguien tira piedras, alguien escribe las paredes, alguien rompe los asientos. Porque el estado de los vagones no es producto del mero paso del tiempo. Y que si la gestión del gobierno en los FFRR es la que es en todos los ámbitos, y por eso somos un país POBRE, no podemos esperar otra cosa que esos trenes.
ReplyDeletePD: la mugre de la ciudad de Bs As es culpa de Macri y Menem, que no juntan toda las porquerías que tiran el resto de los ciudadanos.
“Los trenes no andan con solidaridad y buena onda, andan con electricidad o gasoil, y eso sale plata.”
ReplyDeleteEs así. Mucha gente sigue hablando de la pobreza argentina como si se tratara de una catástrofe natural o una guerra y no de una elección conciente de la sociedad. Los argentinos, a través de sus gobernantes, han elegido ser pobres.
Sabias palabras, Louis.
ReplyDeleteYO (el enmascarado)
Y prestos a culpar de sus miserias a los mismos gobernantes, han elegido creerse víctimas inocentes.
ReplyDeleteRealmente a esta altura la única razón por la que todavía hay boletos es para mantener las "fuentes de trabajo" de los boleteros.
ReplyDeleteSería más práctico que los eliminasen y sean todo subsidios.