Muy interesante columna de Álvaro Vargas Llosa sobre el derecho de propiedad en Latinoamérica y la vocación por la pobreza:
La confrontación política ha desvirtuado el verdadero problema, que es el de la propiedad del subsuelo. Como en otras partes de América Latina, el Estado peruano es desde hace siglos el propietario del subsuelo. Eso implica que, a diferencia de lo que sucede por ejemplo en los Estados Unidos, si una persona, familia o comunidad detenta la propiedad de una parcela de tierra, no es dueña de lo que está debajo.
(Gracias, Andrés)
Luis, en referencia a este texto, ¿No es casualidad que, en los países con grandes riquezas minerales, demagogia antisistema-comunista y colectivización del subsuelo vayan de la mano?
ReplyDeleteAndrés
Pero, ¿cómo explicas el fracaso argentino?
ReplyDeleteLuis, en realidad me refería a lo que sucede en países con potencial minero enorme, pero desaprovechado, producto de la colectivización del subsuelo.
ReplyDeleteA lo que me refiero es a lo siguiente: por ejemplo, un día el gobierno "X" decide concesionar a una empresa "Y" un área en donde hay, por ejemplo, petróleo y gas sin explotar. Pero resulta que en ese territorio habitan personas que, aunque no tengan título de propiedad sobre el subsuelo de la tierra donde habitan (porque el subsuelo es del Estado), las mismas van a pensar que esa empresa malvada les va a robar algo que según ellos les pertenece (aunque eso no pase en la práctica) y por eso van a estar en contra de la inversión privada en ese territorio.
Un ejemplo de lo que te mencioné lo cuenta Álvaro Vargas Llosa en su artículo. Y otro ejemplo ocurre acá en Argentina con los mapuches y el yacimiento petrolífero de Loma de la Lata.
Distinto sería si esas personas que tienen dominio sobre la tierra en que habitan, también tuviesen propiedad de su subsuelo.
Andrés