Justicia social en progresoRoxana Kreimer, doctora en ciencias sociales e investigadora del Conicet, una de nuestros queridos científicos que financiamos con "nuestros" queridos impuestos, nos explica que "los países con más inseguridad son aquellos que tienen mayor inequidad, aquellos en los que hay más diferencia entre el 10 por ciento más rico y el 10% más pobre de la población" (coeficiente Gini), sobre cuya eficacia indicadora nos ilustrara hace unos días el amigo Rothbard.
La doctora nos ilustra también: "las cifras y la experiencia de otros países no dejan lugar a dudas: la violencia es el precio de la injusticia social. El determinante de los niveles de violencia social es la diferencia de ingresos entre ricos y pobres."
La doctora no explica cuál es la injusticia de la diferencia de fortunas, y su frase justifica sin medias tintas la violencia (la violencia es el precio de la injusticia). Otra apología argentina de la violencia, y van...
La solución, para ésta y muchos otros especialistas, es aguantársela hasta que desaparezca la pobreza. La gente es ignorante y mala y busca otras soluciones:
"Muchas sociedades como la nuestra prefieren criminalizar la pobreza, es decir, abordar un fenómeno evidentemente social como si se tratara de una problemática penal, aumentando el tamaño de las cárceles -habitadas en su mayor parte por los sectores sociales de menores recursos- y exigiendo leyes cada vez más duras para los delitos violentos."
Muy interesante, "como si se tratara de una problemática penal".
Una persona rompe a patadas la puerta de una casa, secuestra a sus moradores y los tortura para que revelen la ubicación de los ahorros que no están en el banco porque los impuestos son absurdamente elevados y el estado confisca con regularidad las cuentas. Por supuesto, es una "problemática social", no un delito penal.
Seguimos con la idea de mi post anterior, en la Argentina los pobres tienen un sólo derecho inalienable, el de jordele la vida a los demás sin consecuencias.
Sólo puedo desear que el próximo pobre que decida cometer un secuestro, un robo o un homicidio, vaya derechito a la casa de la doctora Kreimer.
La dirección de la doctora, por favor!
ReplyDeleteYa que estamos, tiro la dirección de un articulo muy bueno de la Veja del año pasado que hablka del tema. Y de la pelicula Tropa de Elite, que alla fue todo un hit en ese sentido.
ReplyDeletehttp://veja.abril.com.br/291207/p_140.shtml
La que casualmente “criminaliza” la pobreza es la gente que repite estas barbaridades: pobre es sinónimo de delincuente.
ReplyDeleteNo deja de ser muy interesante. La progresía se cansó de repetir hasta el hartazgo durante los 90 que el aumento de la criminalidad y la violencia en esos años, nada comparado con la situación actual, era producto de la pobreza y la marginalidad.
Siguiendo el mismo razonamiento, la explosión de la violencia y del crimen a partir de la instauración del “modelo” neopopulista demostraría que la inequidad, la marginalidad, la pobreza y la indigencia son varios ordenes de magnitud peores que antes.
Para decir esa boludez no hay que hacer un doctorado.
ReplyDeleteQue tenga determinada influencia no significa que todos los pobres se dediquen al delito... por dios...
ReplyDeleteAl revés, Rothbar, para decir tamaña boludez HAY que hacer un doctorado.
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