Con la confiscación de los aportes jubilatorios del sistema de capitalización se afianzan mis sospechas de que después de la debacle por las retenciones los Kirchner avanzan en su proyecto de tierra arrasada. Se irán pero antes incendian al país.
Más allá de la indignación por el robo, me parece que no hay conciencia plena de la bomba de tiempo que le dejan al gobierno que tenga que hacerse cargo de intentar llevar el país hacia la normalidad.
¿De dónde va a salir la plata para solventar el sistema de reparto?
No hay intención de arrasar nada, sólo de manetenerse en el poder repartiendo.
ReplyDeleteSi baján el gasto público, algo en lo que obviamente no creen, viene un golpe duhaldista.
La alternativa es confiscar, emitir a lo loco o irse.
Eligieron, con razón, confiscar.