¿Qué otra cosa podían hacer?

¡Viva el sistema de repaaaaaaarto!

En estos días les hemos estado “pegando” a los K por su intento de confiscación descarada de los fondos de retiro individuales administrados por las AFJP.

Es más que obvio que el estado confisca estos fondos para que no se produzca un nuevo default en 2009. Fue esta la misma razón que impulsó a la resolución 125, subir las retenciones para obtener más ingresos ante los grandes vencimientos de la deuda pública a partir de 2009. Cuando hicieron la quita patriótica patearon la pelota para adelante, ahora se están encontrando con esa misma pelota, y están tratando de patearla de nuevo.

A principios de año estaban confiados de lograr sus objetivos. Las commodities seguían subiendo y subiendo, alcanzando precios históricos diariamente, con el índice de precios al consumidor dibujado mantenían bajas las tasas de parte de la deuda, la recaudación de IVA y Ganancias seguía subiendo y siempre quedaba Hugo Chávez como fuente de crédito.

Fue entonces que surgió la protesta del campo que terminó venciendo a la resolución 125, luego Hugo Chávez tomó bonos sólo al 15% y, finalmente, se “derrumbó la burbuja” de las commodities, al mismo tiempo que el crédito se esfumó en todo el mundo.

Los K, como todos los gobiernos argentinos de las últimas décadas, sostienen la popularidad que los mantiene en el gobierno mediante el crecimiento permanente del gasto público, la parte de él que no pueden patear para adelante.

En el momento en que el gasto público deja de subir y subir, comienza la “puja redistributiva”, comienzan los despidos, a las provincias y municipios se les hace difícil subsidiar el eterno desempleo real y los sueldos y jubilaciones comienzan a perder la carrera contra los precios.

En esas situaciones, lo mínimo que le ocurre al oficialismo es perder las elecciones. Este gobierno ha neutralizado la mayor parte de las protestas callejeras (no pudo con la del campo) mediante matones subsidiados. Pero hasta los matones pagados tienen un límite.

Siendo racionales, no podemos pedirle al gobierno que lleve el país al Kaos. El pueblo (rebaño) argentino es muy conservador, odia los desórdenes callejeros generalizados y, ante ellos, suele castigar al oficialismo con un abandono del apoyo.

¿Qué otra alternativa tenían los K?

Nosotros proponemos bajar el gasto público, pero eso no es realista. El rebaño no lo aceptaría, Duhalde y sus aláteres pululan en las sombras aguardando una baja forzada del gasto público para regresar a la luz y al calor del poder.

La única alternativa que tienen es la de mantener subsidios y todo tipo de gasto, y debieron entonces tomar mano de uno de las últimas reservas de ahorro privado que no habían capturado, los fondos de las AFJP.

La prueba de que han tomado una buena decisión es la ausencia de protestas generalizadas del tipo de los cacerolazos del “campo”.

El rebaño argentino, cual sapo, se cocina en agua al fuego, casi disfrutando del agua tibia, en la ignorancia de que tarde o temprano va a reventar.