Aplausos atenienses
Por Yaxys Cires Dib
Ocurrió en la antigua Grecia, en Atenas específicamente. Colmaba el teatro una gran multitud, ávida de ver una magnífica puesta en escena. No había espacio para nadie, ni para un alfiler. Todavía no había iniciado la obra cuando llegaron al aforo dos ancianos. Con tristeza, y ante la indiferencia de la concurrencia, contemplaron que no tenían asientos, lo cual les obligaba a permanecer en pie o a retirarse.
Pero justo antes de que llegaran a decidirse, dos jóvenes de la vecina Esparta se pusieron de pie y les cedieron sus asientos. Al ver aquel gesto tan noble, todos los asistentes ofrecieron un fuerte aplauso a los jóvenes espartanos. Hecho que provoco que uno de los ancianos dijera al otro: "Qué cosas tiene la vida: los atenienses aplauden las virtudes mientras los espartanos las practican."
Esta anécdota me ha venido a la mente al ver la reacción internacional a la elección de Obama como presidente de los Estados Unidos. Durante muchos años a la sociedad norteamericana se la ha colgado el cartelito de racista. Malintencionadamente, muchos han querido ignorar que en las últimas décadas ha habido un proceso de incorporación de personas negras a la administración norteamericana, en especial, durante el gobierno del presidente Bush en el que Colin Powel y Condoleezza Rice han sido los secretarios de estado. También ignoran todas las políticas de discriminación positiva que en Estados Unidos se aplican y que a pesar de esta supuesta ignorancia tanto fascinan en Europa.
En las últimas décadas, Estados Unidos ha vivido un proceso de integración racial. Ha sido difícil en ocasiones pero ha dado buenos resultados. Hay cuestiones que todavía están en debate: como el tema de qué es mejor para lograr la integración social: si las medidas de discriminación positiva o el respecto pleno a la igualdad de derechos y libertades de todos los ciudadanos. Independientemente de cual sea nuestra conclusión al respecto, la sociedad norteamericana tiene presente este reto y trabaja en función de ello.
La pregunta que debemos hacernos es, si en América Latina las sociedades han logrado ese nivel de integración con respecto a sus indígenas. En Europa, tan enamorada de Obama y tan emocionada por la gesta gringa, podrían preguntarse lo mismo con respecto a las comunidades gitanas o a aquellos inmigrantes que han decidido vivir en sus estados. Sería posible un presidente, o para no poderla tan difícil, sería posible en estos momentos, por ejemplo, un diputado a las Cortes Españolas de origen africano o suramericano. Si no somos políticamente correctos la respuesta es que no.
En fin, en este mundo hay muchos atenienses.
Nov 12, 2008
Aplausos Atenienses
Visto en Baracutey Cubano, el blog del profesor disidente Pedro Pablo Arencibia Cardoso.
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Muy bueno, es así exactamente. Más que de aplausos atenienses, se trata lisa y llanamente de la tan tradicional hipocresía progre.
ReplyDeleteClaro, yo quiero una sociedad donde no haya racismo ni gente de otras razas que yo.
ReplyDeleteCuan cierto, en EE.UU. sigue existiendo el racismo, como en cualquier sociedad, pero se ha moderado muchísimo y los negros ya habían alcanzado todas las posiciones de poder, era lógico que más tarde o más temprano alcanzaran la presidencia.
ReplyDeletePero en Europa Occidental no hay ningún presidente o primer ministro de origen africano o, ni que hablar, gitano.
Tienen su derecho a votar a quien quieran, pero el de juzgar a los EE.UU. está un tanto maguyado.
Tan cierto
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