Agustín Monteverde vuelve a explicar en Ámbito Financiero de hoy que Argentina se encuentra a las puertas de una nueva recesión, cuya gravedad y extensión podrían no tener precedentes.
Los números no cierran, aún con el robo de los fondos de capitalización, los datos sobre reservas y supuestos superávits están poco menos que dibujados y el régimen kirchnerista está haciendo todo lo posible para que las cosas terminen muy mal.
Y, sin duda, este nuevo descalabro tomará a mucha gente absolutamente de sorpresa. Porque esta vez seguro que salía bien:
¿Cuál puede ser la decisión de Kirchner ante semejante encerrona?
Una primera posibilidad sería obtener u$s 5.000 millones «nuevos» en el primer semestre y demorar hasta después de las elecciones un default formal (entre noviembre y diciembre vencen unos u$s 5.000 millones). Pero esto es improbable: Néstor Kirchner no está dispuesto a cargar con el estigma de una declaración de default. Creemos que el camino elegido será echar mano a las reservas internacionales del BCRA. Y por cierto que el gobierno -en silencio- ya ha previsto esa posibilidad. La nueva Ley de Presupuesto modificó el artículo 20 de la Carta Orgánica del Banco Central, con lo que podrá recurrir a -qué casualidad unos u$s 10.000 millones de las reservas. Esto llevaría el tipo de cambio de equilibrio por encima de $ 5 por dólar; el ratio podría ser mayor si se confirmaran las sospechas sobre el inflado artificial de las reservas. No hay resto para sostener la persistente huida de los argentinos hacia el dólar.
Muy buen artículo. Se viene flor de tormenta en 2009.
ReplyDeleteCreo que esto es casi garantía de que los K van a tener que responder por sus desastres antes de irse por las buenas en 2011.