El cholulo compulsivo

El otro día estaba viendo la cobertura del suicidio del Malevo Forreyra. Como será de chico Tucumán que las dos abogadas a las que acusaba la esposa del forajido por la decisión de matarse son: Mi ex-vecina, que era una prominente abogada (quizás sigue siendo) miembro del Partido Comunista. Primer comunista que conocí en mi vida. En mi último periplo por el norte pasé por mi vieja casa y me sorprendió ver un policía sentado en la puerta de la casa de esta vecina. Yo le mostraba a mi esposa el frente de la casa cuando se me acerca el canadá para hacerme todo tipo de preguntas. "Maestro... dejeme a mí hacer las preguntas"- le dije- "que viví 20 años en esta casa. Qué hace usted acá?" "No le puedo contestar"-me dijo. Pasé nuevamente unos días después a altas horas de la madrugada y vi otro policía allí. Vigilancia policial las 24 horas para la letrada vecina. La otra abogada fue profesora de historia en la facultad. Gente de "derechos humanos".

Y ahora presumo con los famosos que vi durante mis años en Los Angeles. Un día saliendo del supermercado me tropecé con Ben Kingsley. Luke Perry salía a pasear su perri cerca de casa. Un día me di vuelta para ver quién era el dueño de esa voz familiar que venía camiando detrás mío en una calle desierta en Beverly Hills. Era Michael Caine. Y a Tom Hanks me lo crucé en una librería en Santa Mónica.


Acá el último "celebrity sighting" de hace un par de semanas en un parque en Los Angeles, el pelado en el fondo es Todd Louiso, el que hace de empleado de John Cusack en el record store en "High Fidelity" (y el jazz geek en Jerry Maguire).

Eramos tan glamorosos! Ahora en Claremont, no sólo no veo famosos, sino sospecho que cuando alquilo películas me mandan dobles en lugar de las estrellas que anuncia el reparto.