Complicadito, pero Marga me dice esto: Entiendo perfectamente que Luís se haya ido de aquí. Como digo, difícil empezar así, pero realista. Yo, que conozco a Luisito, diría además que me atrevo a aplaudir su decisión. Luís es un tipo alejado de lo que he visto en abundancia estas dos semanas en Buenos Aires: Luisito no es nada llorón, no pide que le den, pide PODER ganárselo; Luisito no fabrica excusas para la inoperancia, ni culpa al gobierno, ni se exime de responsabilidades. Luisito un ferviente defensor de la meritocracia, que en mi opinión (basada en solo dos semanas de trabajo y paseo), no es precisamente la piedra angular de la cultura porteña. No puedo hablar por Argentina al completo, pero sí por Buenos Aires.
Che, qué querés que te diga. Buenos Aires nos trató bastante bien, tengo que alabar e incluso aclamar con fuerza a los taxistas, a los encargados de hotel, al personal que sí se esforzó en tratarnos con eficacia y amabilidad. No puedo decir que nunca nos trataran "mal", pero sí unas cuantas veces nos trataron con desgana, como si estuviéramos molestando. Me quedan en la memoria tres o cuatro locales comerciales en los que me dieron ganas de decir, "Che, si molesto ya vuelvo otro día que te venga mejor." Ejemplo: "Los Inmortales" en la calle Lavalle. Buena pizza a la piedra, ninguna queja para nada en la manduca, pero por favor, los camareros podrían haber usado un chute de epinefrina, o como se llamen los chutes de "Servir la cliente con alegría". Por favor, nos daban ganas de echarnos una siesta al verles moverse por el local. Personalmente, me daban ganas de decir, "che, ya voy yo a por mis pizzas, no se apure!"
En fin, tuvimos experiencias muy positivas, como dije antes. Nos dábamos cuenta rápido de que había personal que entendía que el turismo es simplemente una parte importante del PIB, que no hace falta ni contarles tus historias, ni quejarte, ni maltratar porque vos te sentís maltratado (aunque todavía no sabemos por quien), ni nada, que solo estamos ahí para pasarla bien, para disfrutar, y que los dramas locales como que no nos van. Como puse un ejemplo de "servicio desganado", pondré también uno de servicio buenísimo: Bar "La Perla" frente a Caminito en La Boca. Allá entendieron que el turismo son divisas, y no por el PIB, acá no hace falta ser "grandilocuente", el turismo me da de comer a la familia –pero la verdad, como cualquier otra fuente de ingresos.
Todo esto para llegar a lo que más duele: Marga y yo nos llevamos dos claras impresiones de Buenos Aires, verás que acá me tengo que liar a puñetazos con media Argentina, pero no puedo mentir acerca de esto:
- Primera impresión fuerte: Muy llorones. Todo les resulta muy caro, todo les resulta fuera del alcance, todo es como que imposible. Y, bueno, ya yo no soy ignorante de la realidad. Antes de venir acá, pensé que igual sí que la diferencia entre sueldos y nivel de vida era mayor que en otros lugares. Pero ahora vi que no, que es parecida, solo que a los porteños les gusta quejarse. Supongo que piensan que tienen derecho a más. No sé por qué. Será porque están tocados de la mano de Diós. Yo solo sé que yo, con mi sueldo de ejecutiva de empresa americana tengo derecho a lo que el sueldo me permite y a nada más, que si bien es cierto que mi sueldo me da para vivir bien, nunca podré llorar por no poder tener hacer más, porque tengo lo que gano y listos. Pero en BA, Marga y yo no vimos eso. Vimos quejas por esto y por lo otro (por ejemplo, por no poder ir con el auto a trabajar –carajo, como cualquier hijo de vecino, agarra el colectivo y punto). Además, vimos pillería porque uno tiene que ser más listo que el convecino para decir que es alguien.
Ejemplo de llorones: En cada esquina hay kioscos de venta de flores, o sea, floristerías. Si las hay en cada esquina es porque se venden. Y mira, en un lugar donde hay tanto kiosco de flores no es para quejarse, porque si hay para flores, antes ha habido para comida.
- Segunda impresión fuerte: Porque yo lo valgo, como L'Oreal. Como dije antes, no sé muy bien por qué regla de tres, se creen los porteños que son mejores que el resto del mundo. Y, mira, todo el mundo tiene su orgullo patrio y un orgullo para con su ciudad. Eso lo entendemos, es normal. Pero por favor, un poquito de seriedad. Una ciudad que acaba de empezar con la campaña de "limpiar las calles" para concienciar a la gente de que no tire papeles al suelo, una ciudad donde se conduce, más o menos, como en Sri Lanka --no me puede venir a pasar la mano por la cara diciendo que son muy europeos. O lo que sea. Que NO, cojones, que les colonizo de nuevas en un rato y ya verán lo que es "ser europeo".
Mira, un ejemplo de ser MODERNO, pero NO europeo: La Orquesta Sinfónica de Berlín en un escenario al aire libre y gratuito en El Obelisco. Parte moderna/europea: Ofrecer una opción cultural muy atractiva, en un escenario muy significativo y simbólico para la ciudad, de forma gratuita para la ciudadanía. Parte porteña: Cortar el tráfico solo en los carriles centrales, de forma que la Orquesta Sinfónica de Berlín y su música compitió durante todo el concierto con el atasco y claxons de los carriles laterales, toda una sinfónica en sí misma.
Creo que todo esto suena muy amargadito, pero viene MUCHO Y MUCHÍSIMO por la actitud que demostraron ante nosotras muchos de los ciudadanos y/o comerciantes con los que nos cruzamos. No hubo casi nadie, por no decir NADIE, que se pudiera resistir a decirnos que BA era muy europeo. Mirá, si tú sos discreto, yo también seré. Pero si tú me pasas tus chulerías por la cara, entonces es como si me tirases de la lengua. Yo creo que ni Marga ni yo hubiéramos dado demasiada importancia, si acaso alguna, al trato, a la desgana, a la chulería, pero cuando se nos plantaba personaje tras personaje insistiendo que BA era lo mejor del mundo, al nivel de Europa, o de NY o de Barcelona, ahí ya nos tocaban los cojones directamente. Porque una cosa es querer, y otra es poder. Para chulas nosotras. Como decía, esto es difícil porque suena como insultante casi, pero es que en momentos uno se siente como medio avasallado.
Una cosa en común de casi todas las personas con las que nos cruzamos, buenas o malas personas, da igual: El mensaje era que teníamos que volver. Y yo todavía no entendí por qué!!! Si en BA son los mejores!!! Para que quieren gente de fuera que, total, no sabe nada y, total, no vale para nada!! Y, encima, se van a tener que mover para atendernos.
De todas formas, vimos cosas que nos gustaron mucho. Las avenidas, los parques, las plazas, los edificios. Pena que esté todo tan decaído. Esto da para otro día.
Nos volvemos a Madrid. Nos volvemos a Europa. Qué cosas, che.
Elena
La verdad, por mi que no vengan más turistas. me da vergüenza verlos en Buenos Aires. Y todos los peolotudos que se pasan mendigando buenos comentarios, qué esperan, que el turista les diga "mira, tu ciudad esta dejada que da asco y ustedes son todos una manga de soberbios ignorantes y brutos, pero como estan muertos de hambre sigo viniendo porque aca cualquiera se arrastra por un euro"? No, los turistas normalmente son educados, no te van a decir la verdad tan facil.
ReplyDeleteCuántos de los que decían que BA es como New York, París o Barcelona, conocerán dichas ciudades..
ReplyDeleteEspero que los turistas se lleven como recuerdo, entre otras cosas, el ruido y el humo que emiten los colectivos. Ah, y ni hablar de la experiencia de viajar en subte sin aire acondicionado los días que hace mucho calor y el ruido infernal que hay por dentro.
ReplyDeleteAndrés
Solo un par de aclaraciones:
ReplyDeleteLos españoles son tan llorones como los argentinos, por algo es la Madre Patria.
Y en muchos lugares de España te atienden "tan bien" como aca.
Dicen que dijo una vez Borges:
ReplyDelete"Se argentino no es un orgullo. Es una fatalidad."
En cualquier país del mundo un turista va a los lugares en donde la va a pasar bien.
ReplyDeleteSi yo soy turista y tengo guita la paso bien hasta en Zambia.
Para ver el grado de como se encuentra una cuidad y un país debemos ver como se sienten sus habitantes no los turistas.
Recuerdo cuando un amigo mío fué a pasear a Nápoles y quedó encantado con la belleza de la cuidad, pero los napolitanos con los que habló decían pestes sobre la calidad de vida de la cuidad.
Ser turista no es ser cuidadano.
Igual, cuando fui de turista a Río de Janeiro, y vi las ratas caminando entre la gente a plena luz< del día, esquivando las piernas y la gente ignorándolas, o gente durmiendo en la calle con las piernas chorreando sangre, la verdad que no la pasé muy bien.
ReplyDeleteHola a todos -- Gracias por los comentarios. Es cierto que ser turista nunca jamás es como ser ciudadano, ni se pretende creo yo, pero al final nosotros los trotamundos nos llevamos a casa las impresiones que recogimos como turistas, ¿no es cierto?
ReplyDeleteTambién es cierto que en España hay llorones y que la atención puede dejar que desear en ciertos sitios.
En fin, tengo también la parte positiva para contar, a ver cuando la pongo en documento para enviarle a nuestro querido Luisito!
Saludos a todos!
Gracias a vos y a Marga, Elena. Queremos más!
ReplyDeleteHay buenos argumentos para "quejarse" de la situación. Los argentinos somos cada día más pobres mediante el "ingenioso" sistema de las devaluaciones competitivas.
ReplyDeleteY no es lo mismo utilizar el transporte público en Buenos Aires que en Madrid o Barcelona. Por ello la desesperación por los automóviles.
De llorones, creo que los españoles nos empatan, o nos ganan, considerando cuánto mejor se hallan.
En "Los Inmortales" me ocurrió lo mismo hace más de 20 años. Algunas cosas no cambian.