Relacionado con este post del compañero y correligionario Rothbard. Le iba a dejar un comentario, pero se me ocurrió meterlo como post.
No me canso de repetirlo. En los sistemas populistas lo importante es tener contenta a la gente. Nada de lo que pasó desde el golpe a De la Rúa hubiera sido posible sin el apoyo y/o la tolerancia de millones de argentinos. Kirchner es sin duda el presidente más argentino desde el primer Perón. La Argentina kirchnerista es sin duda la que más se aproxima al país ideal de millones de argentinos.
A intelectuales como Morales Solá ahora les llega el espanto por lo que está pasando. Pero hasta no hace muchos meses se seguía entusiasmando por lo que consideraba un nuevo modelo de país.
Me temo que la duhaldista – kirchnerista es la verdadera Argentina, la que les sale del alma a millones de argentinos.
Al resto, a esa minoría que no llenaría una cancha de fútbol de un club del interior, sólo le queda la resignación o Ezeiza.
Es verdad que mientras al campo lo afanaban con solo el 35% de impuesto a las exportaciones, para la gran mayoría estaba todo bien. Es como que la mayoría tolera una cierta dosis de mierdocracia, si se pasan hay quilombo, si se mantienen por debajo esta todo bien. Los que queremos cero dosis de mierdocracia, somos tres gatos locos.
ReplyDeletelo que pasa es que la parte de la mierda le toca más a la gente que quiere hacer algo más, o tiene oportunidades de hacer algo mejor. La gran masa en ese sentido está quebrada, entonces sabe que no le va a tocar demasiado, y en los malos casos se siente mejor porque no va a ver a nadie levantar la cabeza y marcarle su propio fracaso.
ReplyDeleteMax, tristemente cierto.
ReplyDeleteSi el kirchnerismo no fuese a terminar en desastre, terminaría gobernando hasta el bisnieto de Néshtor.
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