Interesante nota en La Nación sobre las estatizaciones que llevó a cabo el kirchnerismo.
Yo insisto, honestamente me cuesta imaginar un escenario para volver de todo esto.
Pareciera que mucha gente, incluidos expertos, ya se olvidó de por qué muchos servicios públicos se otorgaron en concesión en el país. No se trató de una cuestión ideológica sino de la herejía propia de la más absoluta necesidad. Después del incendio alfonsinista, la opción en cuestión de servicios elementales como teléfonos, agua y transporte era volver al siglo XIX o lograr que alguien ponga la plata para su reconstrucción e introdujera un mínimo de racionalidad en su administración.
El país ha vuelto a la misma situación de fines de la década del 80. Han terminado de comerse el capital y llegó el momento de reponerlo. Después de semejante saqueo, sinceramente no me imagino a alguien invirtiendo un peso en Argentina.
"El país ha vuelto a la misma situación de fines de la década del 80." Absolutely.
ReplyDeleteSuicidio colectivo argentino... esta película de terror tiene más secuelas que "Martes 13"
ReplyDeleteTu comentario es correcto. No se trataba de una privatización impulsada por causas ideológicas sino la solución práctica de un problema real y apremiante. Las empresas estatales habían llegado a un estado de marasmo (o de "colapso" como gustan decir hoy) y la única salida posible a ese estado de parálisis era la privatización para conseguir el funcionamiento indispensable de los servicios esenciales, mediante los aportes de la inversión, la tecnología y la gestión.
ReplyDeleteFué una solución dictada por la fuerza de las circunstancias y no por la ideología.
Me parece muy importante repetir las razones de aquello como lo hacés vos, ya que para la ideología estatista se trató simplemente de una decisión arbitraria fundada en razones ideológicas. Nada más alejado de la realidad.