Yo la sigo con la crisis política en Canadá. Me afecta personalmente.
Ayer escuchaba a un constitucionalista de la Universidad de Ottawa explicar lo que ya, por lo menos para mí, estaba muy claro. La movida de la oposición para formar un gobierno de coalición no constituye un golpe de estado ni un putsch. Se trata de la dinámica normal de los sistemas parlamentarios. El de los conservadores es un gobierno minoritario, si pierden la confianza de la cámara, el primer ministro debe renunciar.
A las dos posibilidades que comentaba ayer, llamar a elecciones o pedir a la oposición que forme un gobierno, se le suma una tercera. Prorrogar la cámara para evitar que tenga lugar el voto de censura del lunes 8 de diciembre. Se habla de un plazo que no superaría los últimos días del mes de enero. La decisión es de la gobernadora general. Según dicen, a dos meses de una elección, es probable que haga lo que le solicite el primer ministro.
Yo tengo la impresión de que por lo menos una parte importante del Partido Liberal no comparte esta movida de Dion. Saben perfectamente a lo que se exponen en una coalición con los delirantes de Gilles Duceppe y el Bloc Québécois. Por otro lado, hay mucha gente en Québec que considera que lo del bloque es una traición al mandato que le dieron los votantes. En fin, palos por todos lados.
No deja de ser muy interesante notar las diferencias en las reacciones del Canadá angloparlante y del francófono. Por lo que leo, en la parte inglesa predomina una sensación de fastidio muy grande. ¿A quién se le ocurre generar una crisis política en el medio de semejante crisis económica? En Québec todavía hay demasiada gente que vive a toda derrota canadiense como un éxito propio.
Si la oposición tiene éxito y se hace del gobierno, les deseo lo mejor. Pero honestamente me preocupa mucho. Dion ha dado muestras de una incompetencia monumental, a tal punto que su propio partido estuvo a punto de sacarlo del cargo. No me quiero ni imaginar lo que sería Dion gobernando con Duceppe de copiloto.
Mirá, este tema me tiene enferma, los políticos son un asco...
ReplyDeleteHablando de enfermedad, dejame que te haga una adivinanza:
-En qué se diferencia un termómetro rectal de uno axilar?
- ... ?
-En el gusto! Ahh, ja ja.
Feliz Día del Médico para todos y todas.
¿Qué se dice por ahí, Fiura?
ReplyDeleteMaomeno, lo que decís vos.
ReplyDeleteIncertidumbre, desasosiego, desconcierto, fastidio, asombro. Creo que esas son las reacciones y sensaciones que más se palpan, cuando hablás con los vecinos, la señora que corta la calle para que los escolares crucen, la chica que atiende el barcito de la esquina, el muchacho del banco...
Medio mundo con el locu a cuatro manos.